En el homenaje de ayer por el 188vo aniversario de la muerte del general Martín Miguel de Güemes, hubo gendarmes, gauchos y hasta los Infernales, un batallón creado por él. Sin embargo, las miradas se las llevaron unos niños de 2 a 4 años del jardín maternal Niditos de Amor que también participó del evento. Esa institución funciona en la Unión Vecinal 17 de Junio, del barrio rawsino que lleva el nombre del luchador de la Campaña Libertadora de San Martín y donde se realizó la celebración.
La docena de nenes con sus guardapolvos celestes a cuadros y banderitas de Argentina en la mano aplaudía a cada momento por la llegada los uniformados de la X Agrupación de Gendarmería Nacional, delegación San Juan, o de algún jinete de las agrupaciones gauchas que participaron. Pero sobre todo los entusiasmaba, no dejaban de mirarlos y señalarlos, esos hombres vestidos de rojo. Y por supuesto, lo que también los atraía era el chocolate del cierre del acto.
Esos hombres de rojo fuego representaban a los soldados de Güemes que lucharon contra los Realistas. Llevaban sus botas con espuelas, bombachas, ponchos, gorros y sables, uniforme característicos de batalla.
Los Infernales ayer custodiaban el busto del general y la plaqueta en su honor que fueron donados por el Gobierno de Salta.
En una mezcla de gendarmes, músicos de la banda de la Policía, funcionarios y los vecinos, porque no había vallas de seguridad, se escucharon temas folclóricos y música patria interpretada por la Fuerza.