Según la consultora Economía y Regiones, las provincias necesitarán $27.000 millones el año próximo para cubrir el pago de las deudas que empiezan a vencer, además de afrontar déficit fiscales en sus cuentas. Hay varios gobernadores inquietos (Buenos Aires, Córdoba, etc) que ya encomendaron a sus legisladores la petición de que la Nación prorrogue el período de gracia para el pago de sus compromisos. Por ahora, el Gobierno sólo prometió, como salvavidas, una asistencia de casi $15.000 millones, que equivale apenas al 50% de sus necesidades.