Encolumnados en dos largas filas y tocando bocinas, cerca de 100 motociclistas salieron a la calle ayer sábado, vestidos con llamativos chalecos de colores flúo. Chicas, medianas y grandes, las motos se situaron en el centro de la escena. El objetivo se cumplió ampliamente, porque tanto el bullicio que armaron como los colores de los chalecos, atrajeron la atención de la gente sobre ellos, que pudieron así concretar lo que buscaban. "Lo que queremos es promover el uso del casco y la educación vial de los motociclistas. Para los que usamos la moto como herramienta de trabajo o para aquellos que simplemente la usan para ir de un lugar a otro, transitar se torna peligroso cuando hay tan poco respeto en la calle por la vida propia y de los otros", sintetizó Jorge Ibáñez, de la Asociación Sindical de Motociclistas y Mensajeros (ASIMM). El encuentro del sábado empezó en el Medanito, desde donde partió el primer grupo de motos. Luego, en la zona de Trinidad, se sumó otro grupo, que terminó completando las columnas que marcharon hacia el centro. Y después de un par de vueltas a la Plaza 25 de Mayo, los ruidosos se dirigieron hacia Villa Krause, para terminar en la sede del Club Unión. Allí, además de compartir unas facturas y gaseosa y disfrutar de grupos musicales, los que habían asistido al encuentro y a las charlas de educación vial que se hicieron previamente, se llevaron un bonus track: un casco de color anaranjado, regalo de la Dirección de Tránsito y Transporte, que colaboró con el motoencuentro. El chaleco también fue un regalo, pero de la compañía de seguros que auspició la actividad.
Juntada para que todos se pongan casco
El sindicato de motociclistas organizó un motoencuentro para difundir su uso y el respeto por las normas viales.

