A la intemperie. El comedor comenzó funcionando en el Polideportivo del barrio, al aire libre, es por eso que pidieron el salón que ocupaba Cáritas para brindar las 800 porciones que realizan a diario.

Un salón ubicado en el corazón del Barrio Aramburu que hoy se utiliza como comedor comunitario a cargo de la Unión Vecinal, pero que hasta hace meses ocupó Cáritas de la parroquia María Madre de Dios, es el tema de discusión de todo un barrio y pone en jaque el plato de comida que reciben unas 800 personas tres veces por semana. El revuelo que generó esta situación obligó a que intervinieran el Arzobispado de San Juan y el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV).

Es que en ese popular conglomerado rivadaviense, apenas comenzó la cuarentena, la Unión Vecinal hizo funcionar un comedor y merendero pensado en un primer momento para 200 porciones de esa zona, pero con el tiempo la demanda fue en ascenso y hoy, aún con la cuarentena flexibilizada, continúan brindándole un plato de comida a unas 800 personas que llegan desde varios puntos del departamento por su plato de comida al mediodía y la merienda, por la tarde. El problema se desató hace una semana, es que la vecinal que en un primer momento montó el comedor en el Polideportivo del barrio, acudió a la parroquia a pedir ayuda, pues no podían seguir cocinando a la intemperie con las bajas temperaturas. En los primeros días del mes de abril el párroco Diego Navarro con absoluta predisposición decidió prestar el salón que ocupaba Cáritas para brindarle mayor comodidad a quienes se desempeñaban en el comedor, y así lo hicieron, pero a casi dos meses de ocupar ese lugar, se hicieron presentes representantes de Cáritas pidiendo que desalojaran el salón.

"Ese salón se construyó para funcionar como comedor y Cáritas tenía allí un depósito. Les pedimos que se fusionen con nosotros para ayudar a la comunidad en este momento que tanto lo necesita, pero ellos insisten que quieren el salón urgente", comentó el presidente de la Unión Vecinal, Augusto Pérez, quien dijo que ellos para poder ocupar el salón debieron hacerle instalación eléctrica nueva, instalación del gas y reparación de puertas y ventanas.

Este medio intentó comunicarse con el padre Navarro sin éxito, en tanto que desde Cáritas su director, Mario Noroña, dijo que toda la responsabilidad pasó a ser del Arzobispado de San Juan. Monseñor Jorge Lozano ya dialogó con los dirigentes de la vecinal y ayer expresó: "El padre Diego (Navarro) hizo lo que hubiese hecho yo también para que la gente no pase frío, pero la parroquia (María Madre de Dios) no puede disponer de ese lugar porque el comodato lo tiene el Arzobispado desde 1990 y allí está bien expresado que no se puede vender, alquilar ni subalquilar. La Unión Vecinal está haciendo un trabajo descomunal para los pobres pero allí en ese salón funciona Cáritas, así que la idea es buscarle un lugar adecuado para que ellos puedan seguir montando el comedor que tanto bien le hace al barrio", comentó Lozano. Agregó que ese comodato lo firmó monseñor Ítalo Di Stéfano en el año 1990 y con los años se fue renovando. La última documentación, según Lozano, data de 2014 y está firmada por Alfonso Delgado.

Lo cierto es que el IPV ya tomó partida e interviene entre las partes. Marcelo Yornet, director de ese organismo, ya se reunió el martes con la vecinal y el miércoles con el Arzobispado. Desde ese organismo gubernamental se comprometieron a analizar la situación y tomar alguna determinación, aunque ninguna de las partes quiere dar el brazo a torcer con respecto a ese salón.

Educación. La Unión Vecinal incluso ya montó su escuelita de apoyo escolar, allí imprimen las tareas de los chicos.

>> LOS INVOLUCRADOS

 

AUGUSTO PÉREZ  -  Presidente de la Unión Vecinal

"Ayudamos a mucha gente y vamos a seguir haciéndolo. Desde el IPV nos dijeron que la cláusula madre para tener la adjudicación de cualquier propiedad, el condicionante, no es la ocupación sino el uso, y nosotros estamos cumpliendo con ese punto así que es una esperanza".

JORGE LOZANO  -  Arzobispo de San Juan

"Ante la urgencia de un grupo de gente que está dando de comer a la intemperie, el padre Diego hizo lo que entendió mejor, pensando en algo que iba a ser temporal. Pero esto debe tener su marco legal porque es el Arzobispado el responsable, porque está a nuestro nombre".

MARIO NOROÑA  -  Director de Cáritas San Juan

"Todas las tratativas las lleva adelante el Arzobispado en el nombre de monseñor Jorge Lozano junto al IPV. Son ellos quienes están tratando de solucionar este pequeño inconveniente que se ha producido, esperemos que se llegue a una solución".