Mucho se habló de que la niñez fue el grupo más afectado por la pandemia y el encierro. Pero los efectos negativos para este grupo se prolongaron aun después de la flexibilización de las restricciones. La cuarentena les dejó como secuela a algunos niños el temor a salir a jugar, a ir a jugar y a socializar. Así lo dijo María Sol Oliver, que desempeña la puericultura, una especialidad que apunta a brindar herramientas para el desarrollo biopsicosocial de los chicos, entre otras funciones. La especialista agregó que esta situación les generó a los niños dificultades para su reinserción social y la vuelta a clases.

"El miedo y la ansiedad han impactado mucho en la infancia a raíz de la pandemia y la cuarentena. A los chicos les ha quedado la sensación de encierro y el temor de que si salen se pueden contagiar de covid-19. Y este es un problema que se debe abordar en diferentes ámbitos, ya sea la casa, la escuela y hasta en la consulta pediátrica", dijo María Sol Oliver.

La especialista agregó que muchos papás le consultaron preocupados por esta situación que atraviesan sus hijos. Y que algunos le comentaron que cuando los llevan a jugar a una plaza se quieren ir cuando ven llegar a otros chicos. Lo mismo ocurre en la escuela, donde no quieren salir a jugar al patio por temor al contacto con los demás y al contagio. "Es fundamental que los papás les hablen con la verdad y claridad a los niños, pero sobre todo sin ser alarmantes. Deben explicarles que ya está permitido salir porque mejoró la situación sanitaria, que hay menos riesgo de contagio, pero que igual hay que seguir usando el barbijo y lavándose las manos, explicándole por qué hay que tomar estas medidas y darles el ejemplo", dijo la puericultora.

En cuanto al temor de los niños de ir a la escuela, Oliver dijo que los papás pueden en primer término explicarles qué son las burbujas y recalcarles las cosas positivas como que al ser menos alumnos la seño puede darles atención más personalizada, que tienen más espacio en el patio para jugar en los recreos y que las actividades se realizan al aire libre. "Lo importante es contarles lo que sucede con la pandemia y cómo avanza el tema, siempre usando un lenguaje real y sin disfrazar nada", concluyó.

  • Detalles de la nueva especialidad infantil

La puericultura es la disciplina científica que se encarga del desarrollo saludable y de la crianza de los niños. Aunque siempre es importante consultar con el pediatra para tratar los problemas de salud infantil, los puericultores brindan un asesoramiento fundamental. Buscan que el niño crezca sano y adquiera las herramientas necesarias para integrarse con éxito a la sociedad. "Un puericultor busca difundir información y conductas que favorezcan el desarrollo biopsicosocial de los chicos. En este sentido, nuestro trabajo se inicia en la etapa de embarazo, ayudando a la madre a conocer todo aquello que necesita para criar a sus hijos en las mejores condiciones posibles. Los puericultores somos agentes sanitarios que asesoramos a las madres y las acompañamos en los primeros años de la crianza", sostuvo María Sol Oliver.

La joven, de 25 años, dijo que esta profesión aún es poco conocida y que la carrera se hace en Buenos Aires. Agregó que, según sabe, sólo hay otra puericultora ejerciendo en la provincia aparte de ella. "Empecé a trabajar en los centros sanitarios Villa Alba y Galdeano, en Santa Lucía, donde presto servicios en forma gratuita. Además, brindo talleres online y realizo consultas particulares a domicilio", contó Oliver.