No sabe de dónde saca fuerzas para mantenerse de pie y dice que debe seguir adelante a pesar del dolor. Habla como si nada le hubiera pasado a ella y a sus hermanas y a cada rato repite que hay que cuidarse y cuidar a los demás. Tamara Guevara tiene 20 años y habló con DIARIO DE CUYO para contar su historia, la más dura que se vivió en San Juan desde que el covid-19 aterrizó en la provincia y comenzó a atacar a los sanjuaninos. La chica perdió a su papá y a su mamá en menos de un mes y se quedó a cargo de sus hermanas de 17 y 11 años y una bebé recién nacida. "La vida nos cambió para siempre de manera repentina. Tenemos que sacar fuerzas de donde sea", dijo la joven antes de sepultar a su madre.

Cerca de un mes bastó para que la familia pasara por duros momentos, en los que la tristeza opacó los segundos de alegría. Un nacimiento y dos muertes hicieron que los Guevara escribieran el capítulo más negro de su historia. Y todo fue causado nada más y nada menos que por el coronavirus. Así, la pandemia sigue marcando la vida de miles de sanjuaninos a diario. Es en este contexto que Tamara Guevara, la hija mayor de la familia que sufrió este duro momento, pidió en varias oportunidades que la comunidad se comprometa con la prevención.

"Ninguno de los dos llegó a conocer a la bebé". Esa es quizás una de las frases más duras de la charla con Tamara, que a pesar de admitir que está destrozada y llena de dudas por su futuro y el de sus hermanas, en ningún momento la voz le tiembla. La joven trabaja de empleada de comercio y desde que sus padres quedaron internados está junto a su abuela al frente de la familia. "Como yo todavía no tengo 21 años estamos con mi abuela paterna", dijo y comentó que ellos creen que la primera en contagiarse fue su mamá, cuando se hizo el último control del embarazo. "Ella no salía a ningún lado y se cuidaba mucho. Creemos que mi papá se enfermó por estar con mi mamá. Él tenía diabetes y presión, pero mi mamá era una mujer sana", contó y comentó que su papá tenía 40 años y su madre 38.

Sonrientes. La joven contó que les gustaba mucho sacarse fotos en familia y que no tienen
ni una con la bebé.

En un abrir y cerrar de ojos la vida les dio una vuelta inesperada. "Lo de mi papá fue muy rápido. En dos días se enfermó y le dio neumonía bilateral. Cuando se complicó lo internaron y a la media hora se murió", relató Tami, como todos la conocen. El hombre falleció el 24 de mayo, días después de que naciera su cuarta hija a la que nunca pudo ver.

Según Tamara lo de su mamá fue "más lento, pero igual de inesperado". El domingo 16 de mayo, la mujer asistió al hospital porque se sentía mal y decidieron internarla. Ahí, según lo que le comentaron los médicos a la familia, rompió bolsa y por esa razón le hicieron una cesárea. "La internaron en una sala común, pero del área covid, y ahí estuvo unos días hasta que empezó a saturar mal el oxígeno en sangre. Saturaba en 42% y la llevaron a terapia. Cuando estaba ahí hablábamos por videollamada, hasta que el 23 la entubaron y de ahí no hablamos más", contó la joven. La mamá falleció anteayer en la madrugada y esa noticia enlutó aún más a esa familia, que aún no puede creerlo.

Como si esto fuera poco, Tamara comentó que estaba muy mal porque sus hermanas no podían despedir a su mamá y que eso a ella le dolía mucho. Es que, según dijo, por un error del hospital la mujer no pudo ser velada, como la familia pretendía. "Cuando llegamos a la morgue el médico se enojó, porque le habían puesto una bolsa -mortuoria- y mi mamá ya no tenía covid. Cuando abrimos la bolsa para vestirla nos encontramos que aún tenía el tubo del respirador, las sondas por donde hacía pis y perdía muchísimo líquido. Ellos podrían haberle sacado eso para que pudiéramos velarla y, sobre todo, para que mis hermanas pudieran verla por última vez. Desde la cochería, como encontraron así el cuerpo, no lo quisieron llevar y quedó en la morgue. Hoy -por ayer- la sacarán de ahí para llevarla directamente al cementerio. Mi mamá no merecía estar en esa situación", contó sin quebrarse. Y, por otro lado, y en el mismo tono, Tamara dijo que la "gente no tiene conciencia". Es por eso que insistió en los cuidados: "Se darán cuenta que tienen que hacer las cosas bien cuando les toque lo que me tocó a mí. Me quedé sin mamá y sin papá por culpa de este virus".