Fotos: Marcos Carrizo - DIARIO DE CUYO

Un mes después de haber encontrado un nuevo hogar tras protagonizar una verdadera odisea en Valle Fértil, Francesca disfruta de una nueva vida con 1 año y 8 meses de edad. Es que, la pequeña que fue vista deambulando de noche por las calles de San Agustín, en un estado totalmente descuidado, recuperó la sonrisa al recibir el amor de todo un departamento y, principalmente, de su nueva familia.

El caso, que movilizó a todo el departamento del Este sanjuanino y copó las portadas de los diarios locales, se encuentra judicializado en la actualidad. Sin embargo, la nena no lo sabe. Ni tampoco le impide atravesar una infancia como realmente se merece, disfrutando de sus nuevos juguetes, su nueva ropa y recibiendo una alimentación como corresponde, gracias al esfuerzo de Melina Muñoz (le otorgaron la tenencia preventiva) y de todos los vecinos solidarios de Usno y la villa cabecera.

Francesca ya dejó atrás el cuadro con que la encontraron (sucia, con picaduras de garrapatas y con llantos desconsolados), como así también comenzó a perder sus miedos, por ejemplo a las motos, ya que según dijeron, una vez vieron a su madre biológica paseándola con la cabeza colgando. No le costó adaptarse y ahora es realmente la princesa de su nueva casa y la motivación de sus nuevos “hermanos” Víctor (18), Daiana (16) y Selena (13), como también de quien tiene su tenencia preventiva, Melina Muñoz (37).

La nena ilumina con su sonrisa y su vitalidad esa pequeña vivienda ubicada en el barrio del ingreso a Usno y, cuando recibe visitas, en este caso la de DIARIO DE CUYO, intenta de diversas formas mostrar todo lo que ahora disfruta gracias a la ayuda de la gente.

La pequeña muestra las cicatrices que le quedaron en sus piernas por las picaduras de insectos y quemaduras.

Con menos de dos años y un carisma envidiable, la protagonista de esta historia contagia su felicidad. Emocionada, saca del ropero de una habitación cada uno de los juguetes, la ropa y los perfumes que le regalaron para mostrarlos. No habla demasiado, pero sus gestos transmiten a simple vista que su vida cambió por completo y que se siente cómoda en su nuevo hogar por el constante afecto que recibe.

“Para mí es una hija más, pero por ahora sólo tengo la tenencia preventiva y la causa se encuentra en el Juzgado de Menores, por eso hay que respetar los procesos”, dijo Melina, quien no dudó un segundo en hacerse cargo de la criatura ni bien la llevaron a su casa aquella madrugada del pasado 16 de febrero.

La mujer contó que en los últimos días recuperó el DNI de Francesca (la madre biológica se lo había entregado al Juez de Paz) y también el calendario de vacunación, que estaba incompleto porque aún le faltaba la colocación de una inmunización.

Francesca encontró en Víctor a un "hermano" inseparable

Melina está desocupada y en la actualidad vende semitas para subsistir, pero luego de que saliera a la luz el caso de la pequeña, mucha gente le acercó su ayuda. “Soy consciente de que mi posición económica no es la mejor y no alcanza, pero hago lo imposible para que todo salga de la mejor manera”, dijo la mujer y luego agregó que “por eso tengo solo palabras de agradecimiento para la gente que día a día nos brinda pañales, ropa, juguetes, alimentos. Hasta un restaurante hizo una campaña por Francesca”.

La pequeña genera tanta empatía que su nueva tutora llega a emocionarse casi hasta las lágrimas cuando habla de ella. “(Francesca) nos cambió la vida y ahora ella es mi prioridad, por algo Dios me puso esta prueba en el camino. Verla reír y que me diga mamá, es el mejor regalo que puedo tener, por eso voy a disfrutarla minuto a minuto, ya que no sé qué va a pasar en el futuro”, cerró Melina, ilusionada con quedarse para siempre con la responsabilidad de criar y cuidar a una pequeña que conoció de cerca el sufrimiento y que por estos días vive feliz como realmente se merece.

La nena disfruta de jugar en un triciclo que la gente le regaló.

Aquellas personas que quieran colaborar con Francesca, pueden hacerlo al teléfono de Víctor (hijo de Melina Muñoz): 264 581-2341

Cómo se desencadenó el caso que conmocionó a Valle Fértil

La madrugada del pasado 16 de febrero, un vecino observó a Francesca deambulando por una calle de San Agustín. Caminaba con un solo zapatito blanco y un pañal sucio, que lo tenía puesto desde hacía varias horas atrás. Según dijeron fuentes del caso, la madre biológica de la pequeña se la había dejado a un hermano, pero la nena se escapó.

El hombre que la vio alertó a los uniformados de la comisaría 12º, que de inmediato rescataron a la nena y la llevaron hasta la casa de su abuelo. Sin embargo, el hombre se negó a recibirla y les dio 200 pesos a los policías para que se la llevaran. Como todos se conocen en un departamento con tan pocos habitantes como Valle Fértil, la trasladaron hasta la casa de una tía-abuela de la pequeña. Allí, dijeron no poder hacerse cargo, por lo que las opciones comenzaron a agotarse.

Los efectivos fueron a la casa de la hija de la mujer anterior. Recorrieron 11 kilómetros, llegaron hasta Usno y allí buscaron a Melina Muñoz. La trasladaron hasta la casa de su madre, donde se encontró con una dramática escena: Francesca no paraba de llorar, de llamar a su mamá y, como si eso fuera poco, se quejaba de las picaduras de garrapatas y otros insectos que tenía en todo su cuerpo. “Fue un momento muy doloroso, pero apenas la vi nos abrazamos y lloramos juntas”, describió la mujer que posteriormente se llevó a su casa a la nena.

Luego del traslado en el móvil policial, una agente le acercó a Melina los 200 pesos que el abuelo de la pequeña le había dado anteriormente y ese dinero le sirvió para comprar pañales. La mujer se puso manos a la obra y bañó a la pequeña, que se calmó con el correr de los minutos pero que igual se quejaba diciendo que tenía “pupas” en su cuerpito.

Los días pasaron, la ayuda de la gente se multiplicó y la madre biológica de Francesca, que es sobrina de Melina Muñoz, jamás apareció para reclamar a la pequeña ni para preguntar sobre su estado. El que sí lo hizo fue el papá. El joven vive en Neuquén y llegó a Valle Fértil apenas se enteró de la situación. Fue hasta el nuevo hogar de la nena y se dio el gusto de verla, pero no cumplió el objetivo de llevársela.

“Yo no podía negarle al padre que vea a su hija, pero tampoco podía permitir que se la llevara porque el caso está en manos de la Justicia. Con mi sobrina (la mamá de Francesca) no tengo nada en contra. Lo único que quiero es lo mejor para la nena, porque su madre no toma conciencia del daño que le puede llegar a hacer”, sostuvo la mujer que posee la tenencia preventiva y que se encamina a quedarse definitivamente con la nena.