Dos expertos de la UNSJ y el Conicet explicaron en un brevísimo tiempo (menos de dos minutos) el eclipse del 2 julio, para cuya observación, San Juan será una de las partes de la tierra privilegiadas. Fernando López y Natalia Núñez son doctores en Astronomía y, en un trabajo conjunto entre la Universidad y la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación, dieron a conocer los aspectos científicos más importantes a tener en cuenta para conocer en detalle el fenómeno astronómico que se produce cada 300 años.   

El eclipse

 

El eclipse total ocurre cuando el disco de la Luna oculta completamente al Sol. Aunque las dimensiones de la Luna y el Sol son muy diferentes, la gran distancia que nos separa del Sol respecto de la cercanía entre la Luna y la Tierra, hacen que la Luna proyecte sobre la superficie de la Tierra una sombra de unos 200 km llamada “umbra”. Fuera de esta franja de totalidad el eclipse podrá observarse como parcial.

Métodos seguros de observación

 

Debido a las circunstancias especiales de este fenómeno, deben tomarse algunos recaudos para su correcta observación. Es fundamental no observar el Sol a simple vista ni tampoco mediante el uso de binoculares o telescopios. Además, no se debe emplear lentes oscuros para sol ni radiografías. Para hacer una observación directa de este fenómeno se pueden utilizar anteojos para eclipse, vidrios para soldar con un valor de DIN mayor a 14 o con métodos indirectos de proyección.