* No dejar al alcance de los niños fósforos ni encendedores.

* Controlar la instalación de gas periódicamente y verificar que las perillas de la cocina estén bien cerradas.

* No utilizar encendedores o llamas para verificar pérdidas de gas. Se puede colocar jabón o detergente en la zona en la que se cree que hay una pérdida; si hace espuma, la pérdida existe.

* Si se percibe olor a gas, no prender las luces.

* En caso de incendio por cortocircuito, no hay que apagarlo con agua sin haber cortado la luz o desenchufado el aparato que lo produjo.

* Controlar periódicamente las conexiones eléctricas.

* Si la ropa se prende fuego, no correr, tirarse al suelo y rodar.

* Si hay humo, tirarse al suelo, gatear y contener la respiración.

* Si se prende fuego la sartén mientras se cocina, colocarle la tapa; el fuego se apagará por la falta de oxígeno.