Esta mañana, luego de cuatro meses de la muerte de Julieta Viñales tras una operación de amígdalas, el médico acusado se presentó en Tribunales pero se negó a declarar ante el juez Matías Parrón, una actitud que la madre de la víctima calificó como de “típica de cobarde”.

En diálogo con el programa Acento en la Noticia de Radio Sarmiento, Cyntia aseguró que “por la cuarentena se tuvo que cancelar todo y bueno, tuvimos novedades después de 4 meses. De todas maneras, no fui para no cruzármelo (a Maximiliano Babsía).

En el mismo sentido, la mujer manifestó que “pensábamos que iba a hacer eso, no declarar, típico de cobarde, porque es una persona que desapareció luego que el barco se hundió. Jamás dio la cara”.

A continuación, la mamá de Julieta sostuvo, sin dar nombres, que “hay otros médicos que deberán declarar. Por culpa de este personaje (Babsía) se ensucian muchos médicos”.

De todas maneras, Cyntia dijo que confía en la Justicia y que “voy a seguir luchando porque no hay tiempos seguros en este proceso y no voy a permitir que este personaje vuelva a tocar a nadie más. No me voy a morir hasta conseguir justicia por mi hija, por él le destruyó todos sus sueños”.

El caso

Julieta Viñales regresó a San Juan desde Buenos Aires, donde se había instalado para estudiar medicina, para las fiestas de fin de año y decidió someterse a una operación de amígdalas por la simplicidad de la intervención y la rapidez de su recuperación. Sin embargo, una presunta mala praxis le costó la vida 25 días después.

El 10 de febrero la joven de 18 años ingresó al quirófano de una clínica privada sanjuanina de nariz, garganta y oído.  Tres días después recibió el alta médica y regresó a su casa. Tres días más tarde, Babsía le realizó una revisión de rutina y aseveró a la familia que todo marchaba bien.

Pero la situación se complicó y al otro día que le dijo que todo estaba bien, Julieta se descompensó, vomitó sangre y  fue trasladada de urgencia al  Hospital Marcial Quiroga. Allí hubo un primer contacto telefónico con su médico quien dijo que "se trataba de una hemorragia postquirúrgica y que en algunos casos es normal". Al otro día la derivaron al Hospital Guillermo Rawson donde fue visitada por Babsía e insistió con que "estaba todo bien". 

Pero la madrugada del 16 de febrero sufrió un paro cardíaco y debió ser reanimada. Ahí se constató que era una fisura en la arteria carótida lo que produjo el paro, el tiempo sin oxigenación fue suficiente para que Julieta quedara con muerte cerebral. Finalmente, a las 23:40 del 3 de marzo su corazón dejó de latir.