Frente al escenario, sentados a una mesa y haciendo una exhaustiva observación, los miembros del jurado aplaudía con fuerza cada presentación. Y no dejaban de repetir que estaban sorprendidos porque las personas que subieron al escenario eran realmente talentosas. Mientras, los cantantes y músicos, junto a sus familiares y amigos, aguardaban con nervios que llegara su turno. Estos ingredientes fueron el común denominador en la primera mañana de preselección del concurso Buscando al Talento Sanjuanino, en el marco previo de la Fiesta de las 2 Puntas, de Rivadavia.
Gimena Castro fue la primera en pasar la prueba de fuego. Al escuchar su nombre tomó tímidamente la guitarra. Sus nervios se hicieron visibles de un modo tal que quedó parada frente al jurado, debajo del escenario, por lo que tuvieron que invitarla a subir. La chica comenzó a afinar su guitarra mientras esperaba los retoques de sonido. En ese momento, Ricardo Basetti, miembro del jurado, tomó la palabra: "Les pedimos que estén tranquilos. No venimos a arruinar a nadie. Suerte y disfruten esto", dijo. Mientras el padre de la chica la miraba emocionado desde una de las sillas de la primera fila, Gimena comenzó a tocar la guitarra. Todo quedó en silencio cuando empezó a interpretar una canción melódica con una voz que atrapó al público. Su timidez pareció desaparecer mientras cantaba. Y el aplauso estrepitoso del público y el jurado fueron la aprobación que la chica necesitaba para bajar del escenario con una sonrisa.
Luego llegó el turno del cuarteto instrumental "La estrella de las guitarras", compuesto por chicos de entre 14 y 20 años, de Chimbas. Con tres guitarras y un bajo, el grupo tocó un tango y el público quedó con la boca abierta. Los dedos de los jóvenes no dejaban de moverse y tampoco los gestos de aprobación del jurado. El sonido de las cuerdas se apagó con los aplausos, incluidos los de las madres de los chicos, que los miraban orgullosas.
Así los cantantes de música melódica, tango, romántica y popular, fueron maravillando al público. Entre ellos también estuvo Eduardo Cabrera, que se sorprendió cuando escuchó que había llegado su turno. El rawsino se sacó la campera y los anteojos de sol, se acomodó la vincha que sostenía sus rastas y se arremangó la camisa. Tomó su guitarra, saludó al jurado y anunció que iba a interpretar la canción Sobreviviendo, de Víctor Heredia. El sonido le jugó una mala pasada: la guitarra no se escuchaba por los parlantes, pero con profesionalismo, Eduardo tocó cada vez más fuerte y siguió cantando hasta que terminó de interpretar su tema.
Los talentos siguieron pasando uno por uno por el escenario. Al final se enteraron de que conocerían la decisión del jurado recién el martes que viene, después de que se presenten todas los artistas. Contentos con su actuación y con las felicitaciones que recibieron del jurado, todos terminaron reunidos en la vereda cantando y deseándose suerte.