Sin antecedentes. El chico de 11 años que fue filmado con una cadena no presentó hasta ahora otros signos de violencia. Igual, su padre no podrá verlo.

El juez de Paz de 25 de Mayo, Guillermo Rahmé, dispuso una restricción perimetral de 400 metros para el padre del chico de 11 años que fue grabado por un celular caminando con una cadena engrillada con candado a sus pies y cintura, aparentemente como un castigo del progenitor.

El hecho sucedió en una finca en 25 de Mayo, donde el chico vive con sus padres y 9 hermanos, 6 de ellos menores de edad. Rahmé comenzó anteayer a investigar el tema y además de obligar al padre -un jornalero identificado como V.C.G.- a abandonar el domicilio, le ordenó también que abone una cuota alimentaria y que realice terapia, al igual que la madre de los chicos.

Rahmé tomó esa medida para evitar situaciones de riesgo para el chico encadenado y sus hermanos, mientras se avanza en la investigación, que ahora pasará a un Juzgado de Familia, mientras también empieza una investigación en el fuero penal para determinar si hubo o no delito. Los primeros datos recaudados indican que no existe una situación generalizada de maltrato. Los chicos están escolarizados, con la cartilla de vacunación actualizada y se encuentran en buen estado de salud.

Luego de haberlos llamado a declarar a los padres, Rahmé tomó las 3 medidas cautelares. Las próximas novedades de la causa estarán sujetas a los informes que todavía deben presentarse, como el de la Dirección de la Niñez.

Rahmé afirmó a DIARIO DE CUYO que si bien estima que hubo exceso en un castigo, cualquier otra conjetura es apresurada.

Consideró también que obligar a la madre a salir de la casa en un principio puede generar un riesgo mayor para los menores porque significaría desmembrar a la familia. "Todo indica que se trata de un hecho aislado", afirmó el letrado, quien agregó que "la medida durará mientras arriban las próximas pruebas, que puedan resolver el tema de fondo. Ahora hay que resguardar a los menores".