En acción. Fiona ya está ducha en detectar kayakistas en dificultades y rescatarlos. Lo demostró en el Dique de Ullum y el personal de Seguridad Náutica quedó maravillado con las habilidades de la perra.


Fiona, una labrador sanjuanina de 4 años, ya había causado sensación el año pasado, cuando obtuvo la Certificación de Binomios de Búsqueda y Rescate-K9, una habilitación que entrega la Nación. La noticia había sido celebrada no sólo por su dueño y entrenador, Juan Maldonado (foto al pie), sino también por el cuerpo de Bomberos Municipales de Ullum, donde Fiona se desempeña junto a Juan ayudando permanentemente con su destreza, lo que la convirtió en la única perra bombero de la provincia.


Pero ahora va por más. Empezó a entrenar en el embarcadero del Dique de Ullum para realizar rescates en el agua, algo fundamental ante el boom de kayakistas que hay en los diques sanjuaninos.


Un par de videos de Fiona en plena práctica acuática circularon por las redes y ahora hay dos compromisos en agenda: una invitación a un encuentro en Uruguay, donde quedaron impresionados con lo que Fiona es capaz de hacer en el agua, y la evaluación para septiembre próximo, en Mendoza, en busca de la certificación oficial para hacer rescates de personas sumergidas o que se estén ahogando. ”Para certificarla, lo que más evalúan es que se pueda vincular con las víctimas sin agresividad”, explica Maldonado.


El carácter especial y el olfato único de esta perra fueron clave cuando obtuvo su certificado para rescatar personas en catástrofes urbanas y en zonas colapsadas.


Lo que quiere su dueño es que Fiona renueve su credencial y agregue el permiso oficial para rescatar gente también en el agua.


“Ella ya sabe traer cuerpos que quedaron flotando, también sabe nadar hasta donde hay un kayakista en problemas y traerlo a la orilla con kayak y todo”, dice el dueño.


La gente de Seguridad Náutica quedó encantada los últimos fines de semana con cómo se desempañaba Fiona en el lago ullunero. Es la misma fascinación que había provocado en Bomberos de Ullum. “El intendente Soler nos permitió entrar y nos dio mucha libertad, eso ayudó para que Fiona pudiera hacer su trabajo”, contó Maldonado.


El dueño de la perra dijo que hay una sola dificultad, y es la falta de espacio para los entrenamientos terrestres. “Vivo en un departamento chico, en Rawson. Si alguien nos prestara un terreno para poder entrenar bien a Fiona sin tener que andar peregrinando, la verdad que sería lo ideal”, concluyó Maldonado.