Si Mubarak fuera derrocado Israel perdería a uno de sus pocos aliados en una región hostil y el mandatario estadounidense, Barack Obama, cargaría gran parte de la culpa, dijeron ayer expertos israelíes.

Los analistas políticos expresaron su sorpresa por el modo en que EEUU, al igual que sus principales aliados europeos, parecieron dispuestos a abandonar a un aliado estratégico de 3 décadas simplemente para conformar a la actual ideología de la corrección política.

Un comentario en el diario Maariv titulado "Una bala en la espalda del Tío Sam", acusó a Obama, de defender una diplomacia ingenua, engreída, insular y desatenta de los riesgos. ¿Quién les está aconsejando "fomentar la furia que invade Egipto y demandar la cabeza de la persona que hasta hace 5 minutos era el valiente aliado del presidente?", se preguntó.

En tanto Netanyahu, expresó su temor de que la situación en Egipto propicie el acceso de los islamistas al poder.

"El caos puede propiciar que los islamistas lleguen al poder", aseguró el jefe israelí. Agregó que ese no es sólo su temor, sino el de "todos los líderes mundiales con los que he hablado y ninguno desea que ese sea el resultado".

El primer ministro no dudó en señalar al "islamismo radical" como la mayor amenaza que acecha a Israel ante los acontecimientos que se vienen desarrollando desde hace una semana en Egipto.

Las revueltas populares en el país vecino, pretenden derrocar al régimen de Mubarak, que ha mantenido contra las cuerdas a los islamistas Hermanos Musulmanes.

El jefe del Gobierno israelí consideró que el "verdadero temor" es que el islamismo radical se aproveche de la democracia para llegar al poder y puso como ejemplo a Irán.