Después de estar tres meses en lista de espera, esta madrugada la sanjuanina Rocío Herrera Marín fue trasplantada del corazón en Hospital Garrahan, de Buenos Aires. Sin embargo, en las últimas horas su  cuadro se complicó y debió ingresar nuevamente a quirófano.

Según confirmaron a DIARIO DE CUYO desde su entorno,  la nueva intervención se debe a "un sangrado".  Tras conocer la noticia en las redes sociales se multiplican las cadenas de oración para poder superar este nuevo obstáculo.

La historia de un adolescente luchadora

Esta caucetera, que vivía en el barrio Felipe Cobas e iba al turno noche de la Escuela Santa María de Oro, estuvo siete meses internada en el Hospital Rawson y lleva desde octubre en el Hospital Garrahan en estado delicado.

Rocío padece Miocardiopatía Restrictiva Hipertrófica Biventricular, un tipo de enfermedad poco común y que lleva a casi todos los pacientes al trasplante. Todo comenzó cuando tuvo un simple desmayo que terminó en la guardia del hospital de Caucete. Recibió el alta a las horas, pero el episodio se repitió por lo que ya fue derivada al Hospital Rawson.

"Llegó un momento donde no daban en la tecla con su cuadro, el electro le había salido mal pero no sabían lo que tenía. Hasta que hubo una teleconferencia con profesionales del Garrahan y se decidió derivarla. Ella camino poco, está lúcida pero su cuadro viene complicándose", apuntó en su momento Silvina, hermana de la joven internada.

Es la menor de 4 hermanos -Silvina tiene 28,  Romina y Roberto que tienen 23 y 24, respectivamente-. En el medio de estos meses que lleva internada lidió con los problemas propios de su cuadro y con un hecho familiar muy doloroso: su padre, Rafael Herrera, falleció hace 8 meses de una enfermedad terminal.

Y no queda ahí. Sus 15 años -el 18 de octubre pasado-, el sueño de toda adolescente, los celebró en la terapia intermedia del Hospital Rawson, donde hubo festejo y hasta vestido para la ocasión. El hecho tuvo la complicidad de médicos y enfermeros, además de su familia.