Con absoluta puntualidad por la nutrida agenda de actividades, la procesión en honor a San Cayetano comenzó a las 16 y partió, como sucede habitualmente, desde la iglesia de Santo Domingo Guzmán, en el Barrio Parque Industrial.
Durante la hora que tardó el recorrido la columna fue creciendo, a medida que fue recorriendo el Barrio Parque Industrial, el Lote Hogar 43, el Barrio Andacollo y el René Favaloro.

Así, al momento de la misa posterior a la caminata más de 4.000 fieles estaban en los alrededores del templo, cuando comenzaron los mensajes para evitar que se pierda el orden que reinaba hasta el momento. “Sabemos que no hay capacidad para todos adentro de la iglesia, tratemos de apagar los celulares y no ingresar mascando chicles. Los primeros dos bancos son para las autoridades”, sugería el locutor mientras el ingreso de gente era incesante.

El padre Oscar Luna, responsable de la actividad que también contemplaba otras misas, bautismos y bendición de herramientas y movilidades, mostraba su satisfacción más allá de la concurrencia. “Habitualmente es importante por las necesidades, pero se nota que hay gente que lo hace por fe y no por conveniencia, eso es importante”, resaltó Luna, quien luego argumentó su punto de vista: “Hay gente que conocemos por están todos los días siete en la capilla. Luego, es normal que los días 7 de agosto haya mucha gente, con vecinos de las comunidades cercanas”.

Nueva Escultura

2,5 Son los metros de altura de la nueva escultura de San Cayetano, confeccionada en marmolina, que se instaló en la remodelada plaza del Barrio Parque Industrial y que pesa 750 kilogramos. Ayer, fue bendecida por el padre José María Solar.

Luna también destacó “la buena disposición de la gente y de las autoridades. Los preparativos fueron muy fluidos, los equipos venimos trabajando hace 5 años, más todo lo que se hace el 7 de cada mes. Eso nos da training”.

Y si de entrenamiento se trata para lidiar con multitudes, el gobernador Sergio Uñac se sumó a los peregrinos, acompañado entre otros por el ministro Walberto Allende y el intendente de Chimbas, Fabián Gramajo.

De todos modos, la peregrinación tuvo que superar un obstáculo. El sistema de sonido montado a la movilidad que viajaba en la mitad de la columna comenzó a fallar en las primeras cuadras del recorrido y el desperfecto fue completo poco después por lo que no hubo una ‘guía’ sonora para que todos los peregrinos fueran al unísono con una misma oración.
Así, las arengas de canciones desde las agrupaciones fueron constantes.

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