Los docentes supusieron de antemano que la vuelta a la presencialidad plena no iba a resultar sencilla, sobre todo a la hora de integrar a las diferentes burbujas. Es por eso que decidieron poner en juego una estrategia inédita en el nivel primario, según dijeron, para poder continuar el desarrollo de las clases sin inconvenientes de convivencia. Y lo lograron. Esto ocurrió en la Escuela Normal Sarmiento, donde los docentes decidieron que los alumnos de 3er grado usaran el laboratorio de la institución para hacer experimentos y así, en medio de este clima diferente y divertido, revincularse y volver a aprender a trabajar juntos y en equipo.

Ni bien se abrió la puerta del laboratorio los chicos ingresaron casi a las corridas, haciendo caso omiso a la maestra que les recomendaba tranquilidad. Es que ninguno quería quedarse sin conseguir una de las banquetas para trabajar cómodos en la separación del arroz y de la harina que colocaron en un mismo recipiente. Antes de comenzar esta experiencia científica, Guillermina y Josefina usaron los vasos de ensayo para brindar por su amistad. "Estas son las actitudes que quisimos generar en los chicos para lograr que se revincularan. Para ellos no ha sido fácil pasar de la virtualidad a la presencialidad cuidada y luego a la presencialidad plena. Por eso se nos ocurrió poner en práctica, y a modo de prueba piloto, esta experiencia en el laboratorio donde trabajamos una temática que metafóricamente habla de unión y de separación", sostuvo Natalia Pascual, docente a cargo de clases en el laboratorio.

Equipo. Son cuatros las docentes que participan de las clases de laboratorio en la Escuela Normal Sarmiento. 

La maestra explicó que los chicos trabajan sobre componentes homogéneos y heterogéneos y aprenden sobre los diferentes métodos para lograr su separación.

Con energía, entusiasmo y seguridad todos los chicos dijeron al unísono "colador" cuando la seño preguntó qué usar para separar el arroz de la harina. Y luego todos se dispusieron a realizar la separación, excepto Lucio que se puso a llorar porque había olvidado traer los materiales para el experimento. Pero, varios de sus compañeros le ofrecieron compartir los elementos, en otra muestra de buena convivencia. De todos modos no fue necesario porque llegó el papá de Lucio con los materiales. "Los papás saben del entusiasmo de los chicos por participar de esta experiencia y siempre contamos con su apoyo", dijo Natalia.

La docente agregó que esta experiencia se realizó con alumnos de 3er grado, pero que debido a su éxito no se descarta extenderla a otros grados y durante el Ciclo Lectivo 2022.