El terremoto del lunes pasado dejará huellas en todos los sanjuaninos. Tanto en los que vivieron este tipo de fenómeno por primera vez en su vida como en los que ya pasaron por otros similares. A la vez, dejará algunas enseñanzas en cuanto al manejo del miedo y a la adquisición de nuevos conocimientos y hábitos en prevención sísmica. De hecho, desde el Inpres y otros centros de investigación ya empezaron a analizar la zona del epicentro y los daños que causó el sismo para poder sentar nuevas bases en relación a los terremotos en San Juan. En este contexto, DIARIO DE CUYO realizó una encuesta, a través de su página web, para que los sanjuaninos cuenten cómo se sintieron el lunes, cuán preparados están para afrontar estos fenómenos y cómo autocalifican su nivel de prevención sísmica. Los encuestados dijeron estar bien preparados y que sólo les falta la mochila de emergencia. Incluso, la mayoría se puso más de 7 al calificarse a sí misma: entre casi 3.000 lectores que participaron, resultó una nota promedio de 7,33 en conocimiento y 7,34 en conducta, ambas aristas clave en lo que hace a prevención sísmica.

El movimiento del lunes puso a prueba no sólo la seguridad edilicia que tiene la provincia sino también, el camino que recorrió San Juan en cuanto a prevención y conciencia sísmica, luego de los grandes terremotos de 1944 y de 1977. Incluso, los especialistas dijeron que este terremoto no fue trágico, es decir sin víctimas fatales, a pesar de que tuvo características similares al que ocurrió en 2010 en Haití y que causó la muerte de unas 300 mil personas. Lo que dijeron los especialistas luego del terremoto del lunes pasado coincide con lo que dijeron los sanjuaninos en la encuesta que hizo este medio.

Es que la mayoría comentó que conoce desde términos específicos como magnitud e intensidad, hasta cómo deben armar una mochila de emergencia. Pero, a pesar de que en San Juan se hace muchos simulacros en empresas, escuelas, clubes y otras instituciones como las reparticiones públicas, la gente dijo que durante el terremoto del 18 de enero no actuó del todo bien.

Es que, al evaluar el conocimiento previo y la conducta durante el terremoto, es más gente la que sabe qué debe hacer que la que lo hace de manera correcta. Es decir, los sanjuaninos admitieron que conocen la teoría de la prevención, pero que les costó llevarla a la práctica. Puesto en números, el 83% se aprobó a sí mismo en conocimiento, pero menos gente, el 79%, se autoaprobó en conducta.

Por lo que se lee en la encuesta, el miedo puede haber jugado un papel importante en este sentido. Muchos dijeron que salieron corriendo de sus casas sin prestar atención al cableado eléctrico o se ubicaron cerca de elementos (adornos o cuadros, por ejemplo) que están en altura y que se cayeron al suelo generando un riesgo, entre otras cosas.

En este sentido, el 25% de los encuestados se ubicó en el número 10 (el máximo en la escala propuesta) a la hora de medir su nivel de temor.

Otro dato interesante que se desprendió de la encuesta, relacionado al conocimiento, es que el 63% dijo saber que debe tener una mochila de emergencia con elementos de primera necesidad, que debe tener determinado con su familia un punto de encuentro por si ocurre una catástrofe e identificados los lugares seguros de su vivienda, entre otras cosas. Pero, a pesar de este conocimiento, 7 de cada 10 personas que respondieron las 10 preguntas de la encuesta dijeron que no tienen mochila de emergencia. Incluso, algunas personas que dieron más detalles en la respuesta comentaron que cada vez que tiembla piensan armar este elemento, pero que después se olvidan de hacerlo. Y el conocimiento sobre esto es tal, que sólo el 4% de los encuestados dijo que no sabe cómo se debe armar esta mochila de emergencia. Por otro lado, y dejando al descubierto que aún quedan cosas por aprender, la mayoría de las personas dijo que "hay diferencias técnicas" entre terremoto y sismo. En este sentido, los especialistas dijeron que significan exactamente lo mismo: "Fenómeno natural del movimiento de la tierra causado por la liberación de energía". Sin embrago, lo que cambia es la connotación que le da la gente a las palabras.

  • Cinco fotos que muestran cómo fue el sismo del lunes

El lunes pasado a las 23,46 San Juan fue testigo de un terremoto, después de 44 años. El sismo de 6,4 grados de magnitud que sacudió a varias provincias argentinas causó derrumbes en Rivadavia, Sarmiento y Pocito. Debido a este terremoto la provincia recibió la visita del presidente Alberto Fernández, que destinó fondos para la construcción de viviendas, la primera de las ayudas nacionales. Y el Gobierno local comenzó a asistir a todos los damnificados.

Angustia. Durante la noche del terremoto muchos sanjuaninos perdieron sus casas de adobe. Pocito es el departamento más afectado, pues allí se ubicó el epicentro. 
Visita. El presidente Alberto Fernández recorrió La Bebida un día después del terremoto y estuvo con los damnificados.
A la intemperie. Muchas familias llevan días durmiendo en la calle o en los patios de sus casas, a la intemperie. Hicieron camas con lo que tenían a mano.
Estudio de los daños. El Inpres y otras instituciones evaluaron los daños para realizar nuevas investigaciones.
Asistencia. Los afectadas recibieron la asistencia de Salud y de los municipios que ayudaron a levantar escombros.
  • Dos términos clave

Según el Inpres (Instituto Nacional de Prevención Sísmica), la magnitud es una medida instrumental para la energía liberada por el sismo, y propagada como ondas sísmicas en el interior y en la superficie de la tierra; se mide con la escala de Richter y sus valores se expresan con números decimales. Mientras que la intensidad (escala de Mercalli) es la percepción de los efectos del sismo y mide los daños causados. Tiene doce grados de medición y se expresa en números romanos.