Cualquiera de las imágenes muestra la cruda realidad por la que atraviesa. Y es difícil determinar cuáles causan más impresión. Las que muestran la miseria en la que vive o las que revelan las llagas ensangrentadas en diferentes partes de su cuerpo. Esta es la vida que tiene Manuel Gutiérrez, un abuelo de 80 años que vive en un rancho y en un calamitoso estado de salud. Su entorno recurrió a este diario para dar a conocer su caso y tratar de conseguir que lo ayuden.

El rancho de Manuel es uno de los únicos tres que quedan en el asentamiento de calle Caseros y Avenida de los Ríos, en Caucete, pero el que se encuentra en peores condiciones. Las cañas y tablas que hacen de paredes se ven incapaces ya de sostener el techo de barro y nailon. Mientras que los restos de muebles y basura acumulados en el patio complican la circulación y la respiración. En ese entorno pasa sus días este anciano. Es que ni él ni el sobrino con el que convive pueden limpiar. Él, porque está en silla de ruedas, tiene una sonda y se encuentra desnutrido y deshidratado. Su sobrino, porque trabaja "todo el día", según dijo. Y las personas que lo rodean lo asisten sólo cuando lo escuchan pedir a gritos agua o comida. O cuando necesita que le hagan un mandado. Es en esos momentos que algún vecino se acerca a asistirlo. "Yo no estoy porque tengo que trabajar. Trabajo en el campo, en 9 de Julio, y me voy a las seis de la madrugada y vuelvo a las cuatro de la tarde. No me queda otra opción porque soy separado y tengo que pasarle la cuota alimentaria a mis cuatro hijos. Por eso no puedo estar con mi tío todo el tiempo. Capaz que alguien me haya denunciado por maltratarlo o abandonarlo, pero no es verdad", dijo Ramón Cortés, sobrino de Manuel.

Cortés dijo que es el único familiar que tiene Gutiérrez y que por eso se vino a vivir con él para cuidarlo. Sobre todo desde que al anciano le dejó de funcionar un riñón, comenzó a usar una sonda y quedó en silla de ruedas. Todo esto se combinó para que su salud se deteriorara y llegara a dejarlo en un estado calamitoso. Esto según lo que se pudo ver en las fotos que su entorno compartió con este medio para pedir ayuda públicamente, ya que Ramón no le permitió a este diario ingresar al rancho porque su tío estaba durmiendo y no quería molestarlo, dijo.

"Mi vecina y el remisero son testigos de que las heridas de mi tío se le hicieron solas".

Las fotos muestran las piernas del abuelo ennegrecidas e hinchadas, con una gangrena avanzada, aunque lo que más impresiona son los moretones y las llagas vivas en diferentes partes del cuerpo. Heridas que, según dijo su sobrino, se le hicieron cuando lo salvaron de una caída. "Lo llevé al hospital porque le salía agua de una pierna. Lo medicaron y lo mandaron a casa. Lo traje en un remís y una vecina me ayudó a bajarlo del auto. Casi se nos cae, entonces lo agarramos fuerte y ahí se le desgarró la piel en varias parte porque la tiene muy finita y él está muy flaco. Capaz que creen que yo lo he maltratado, pero yo lo cuido como puedo", dijo el hombre. Desde la Comisaría 9na, de la ciudad de Caucete, dijeron que no hay ninguna denuncia contra Ramón Cortés por maltrato a Manuel Gutiérrez. También agregaron que nunca intervinieron en este caso y que se enteraron de la situación en la que vive el anciano por la consulta que les hizo DIARIO DE CUYO al respecto.

"No hay quien nos dé una ayuda y yo solo no puedo darle a mi tío una mejor vida".

RAMÓN CORTÉS - Sobrino a cargo del anciano

Hace un par de días, el abuelo volvió al hospital. Esta vez por el mal estado de sus llagas. Lo curaron y lo enviaron a su casa con la indicación de ver a un infectólogo para evitar que la infección de las heridas continúe. "Mi tío tiene PAMI, así que ahora tengo que buscarle un médico de cabecera para que lo vea y derive a un infectólogo. Eso significa que voy a perder unos días de trabajo y eso me preocupa porque su jubilación no alcanza para nada y no tenemos ningún tipo de ayuda. Recién ahora decidieron darle una casa digna, cuando terminen de erradicar el asentamiento. Antes dijeron que no le correspondía por la edad, pero cuando vieron su estado de salud cambiaron de parecer. Espero que todo mejore", dijo Cortés.

El sobrino de Gutiérrez contó que los vecinos le dijeron que los visitó gente del municipio de Caucete, pero que no sabe si es cierto ni cuáles fueron los motivos de la visita, porque él estaba trabajando.