¿Qué es una fusión nuclear?

La fusión del núcleo en una central atómica constituye uno de los accidentes más graves que puede producirse en un reactor de una planta atómica, como consecuencia del sobrecalentamiento del combustible nuclear, lo que puede desencadenar la liberación de material radiactivo a la atmósfera. Las altas temperaturas que alcanza el combustible nuclear por falta de refrigeración pueden derretir el núcleo (que pasa de estado sólido a líquido) y destruir la estructura de la vasija del reactor.

Más de 60 contaminantes

En el núcleo de un reactor nuclear a partir de la fisión del uranio, existen más de 60 contaminantes radiactivos, unos de vida larga y otros de corta, que se acumulan en él, por ser parecidos a nuestros elementos biológicos. Los más peligrosos para la salud humana son el yodo, el estroncio 90 y el cesio (C-137) ya que aumentan las posibilidades de padecer todo tipo de cánceres, especialmente los de tiroides, el de huesos, musculares y cerebrales. También disminuyen la inmunidad del organismo.

¿Cómo se mide la radiación?

La radiación se mide usando la unidad sievert, que cuantifica la cantidad de radiación absorbida por los tejidos humanos. Un sievert es igual a 1.000 milisivierts (mSv).

¿Cuál es el nivel de radiación permitido?

La Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) lo sitúa en 500 milisieverts. La planta de Fukushima llegó a liberar el lunes más de 8.000.

En las radiografías

Con una radiografía normal, el cuerpo se expone a unos 0,02 mSv, mientras que con una dental, a alrededor de 0,01 mSv. En una tomografía computada, el órgano estudiado típicamente recibe una dosis de radiación de 15 mSv en un adulto y de 30 mSv un niño recién nacido. La exposición a 100 mSv al año es el menor nivel a partir del cual cualquier incremento en el riesgo de cáncer es claramente evidente. Un acumulativo de 1.000 mSv (1 sievert) probablemente causaría un cáncer letal varios años después en 5 de cada 100 personas expuestas.

¿Cómo viaja la radiactividad?

El material radiactivo es transportado por diminutas gotas de humedad presentes en el aire. Así, puede ser inhalado directamente e ingresar a los pulmones y llegar al mar y al suelo a través de la lluvia, por lo que puede contaminar los cultivos, la fauna marina y el agua para beber.

Las vías de contagio

Las vías de contagio pueden ser a través de la inhalación Cuando la principal vía de contagio es la inhalación, sólo es efectivo ingerir pastillas de yodo. El tiroides va eliminando el yodo sobrante y de esta forma, cuando se satura de yodo normal puede ir eliminando el yodo radiactivo inhalado. Si el contacto es a través de la piel, se elimina lavándose con detergente tanto el cuerpo, como el pelo y las uñas, y desechando la ropa.

Los efectos para la salud

Los trastornos más frecuentes producidos por el exceso de radiación son el cáncer, las alteraciones gastrointestinales, afecciones de la médula ósea, así como del aparato reproductor (infertilidad, malformaciones, ...) y el debilitamiento del sistema inmunológico. La afección del yodo es inmediata, provoca mutaciones en los genes y aumenta el riesgo de cáncer, especialmente de tiroides. El cesio se deposita en los músculos, mientras el estroncio se acumula en los huesos, durante un periodo mínimo de 30 años. Ambas sustancias multiplican la posibilidad de padecer cáncer de huesos, de músculos o tumores cerebrales, entre otras patologías.

Afecta más a los niños

La mayoría de los expertos coinciden en que los niños en crecimiento y los fetos corren el mayor riesgo porque sus células se dividen a un ritmo más veloz que las de los adultos. Además, los pequeños consumen más leche de vaca que los adultos, lo que incrementa su riesgo, señaló un científico japonés que trató a víctimas de la bomba atómica de Hiroshima. "Las vacas son como aspiradoras, toman el yodo radiactivo que se encuentra en una zona amplia de pastura y luego esas partículas se concentran rápidamente y pasan a la leche", explicó el especialista que pidió no ser identificado.

En el sistema reproductivo

Las radiaciones afectan también al sistema reproductivo, más a las mujeres que a los hombres. Los espermatozoides se regeneran totalmente cada 90 días, sin embargo, los óvulos permanecen en los ovarios toda la vida y si un óvulo es alterado por la radiación y fecundado posteriormente, se producirán malformaciones en el feto, incluso años después.

En el medio ambiente

La contaminación nuclear que se deposita en el suelo y en el mar puede afectar un radio de decenas de kilómetros a la redonda y se incorpora a la cadena alimentaria de los seres vivos mediante un proceso de bioacumulación. Va pasando de unos a otros, entre plantas y seres humanos. En general, los efectos de la radiactividad son acumulativos y una exposición, aunque sea pequeña y continua, resulta peligrosa.

En el mar

Lee Tin-lap, toxicólogo y profesor asociado de la Escuela de Ciencias Médicas de la Universidad China de Hong Kong, indicó que debe medirse la radiactividad en las aguas que circundan Japón. "Nadie está midiendo los niveles de radiación en el mar", dijo Lee. "El vapor que se emite al aire terminará nuevamente en el agua y la vida marina se verá afectada (...) una vez que llueva, el agua para beber también se contaminará", añadió.

Medidas de prevención

Alejar a la población los más lejos posible del lugar de la fuga radioctiva es clave. Para el actual nivel de alerta en Fukushima, los expertos consideran suficiente los 30 Km pero si son más mucho mejor. Otra clave es el yodo. En Japón, como medida preventiva se han repartido 200.000 dosis de yodo en los centros de evacuados.

¿Cómo trabaja el yodo?

Las cápsulas de yodo, que por ahora no han sido administradas a toda la población nipona, ayudan a saturar la tiroides y evitan así que esa glándula absorba yodo contaminado de radiactividad, si se produce un escape de ese elemento en la planta nuclear.