Susto. Dos obreros quedaron atrapados en una de las zanjas que abrieron por una obra de cloacas en Pocito. Por suerte sólo sufrieron lesiones leves, según dijeron sus compañeros.

El grito de "¡ayuda!" rompió la tranquilidad reinante en el ambiente y marcó el inicio de una situación de desesperación, angustia y susto. Ocurrió ayer, en el Barrio Joaquín Uñac, en Pocito, donde se realiza una obra de cloacas. En una de las zanjas se produjo un derrumbe que atrapó a los dos obreros que estaban en su interior. Los rescataron sus propios compañeros que por media hora excavaron con palas para poder liberarlos. Los operarios fueron trasladados al hospital, pero totalmente fuera de peligro.

"Esto realmente fue un accidente porque se respetaron todas las normas de seguridad, como el apuntalamiento de la zona cavada y el uso de casco y arneses. Por suerte sólo fue un susto", dijo uno de los obreros de la empresa Mapal que trabaja en esta obra de cloacas y que también participó del rescate. El hombre, que quiso resguardar su identidad y la de las víctimas, contó que todo ocurrió cerca del mediodía y sin alguna causa en particular. "Los chicos estaban por colocar el caño de PVC dentro de la zanja donde ya estaba puesto el molde de contención. Dijeron que primero cayó un poco de tierra de la parte de abajo y luego de más arriba, lo que empujó el caño que terminó por aplastarles las piernas. Encima les cayó la tierra por lo que quedaron enterrados hasta un poco más abajo de las rodillas", dijo el obrero.

Tras el pedido de ayuda, todos los hombres que estaban trabajando en el lugar emprendieron el rescate que tuvo algunas dificultades por las dimensiones de la zanja donde se produjo el derrumbe. La misma mide 4,20 metros de profundidad por un metro de ancho, por lo que la excavación no se pudo realizar con una máquina y tuvo que hacerse a pulmón. Por media hora, los obreros excavaron con palas para poder liberar a sus compañeros. "Tuvimos que hacer este trabajo con mucha precaución para no dañar a los muchachos. A veces, cuando metíamos las palas, ellos se quejaban del dolor porque sin querer movíamos el caño. Por eso tuvimos que excavar con mucho cuidado y por eso nos demoramos un poco más de tiempo, pero valió la pena", dijo otro de los rescatistas.


Ni bien ocurrió el accidente, los operarios llamaron al 911 para pedir ayuda. La ambulancia llegó cuando el rescate ya había terminado. Las víctimas salieron adoloridas, pero sin lesiones graves aparentemente. Sólo uno de ellos, al parecer, había sufrido un esguince en uno de sus pies. De todas formas fueron trasladados al hospital para la revisión médica.

Luego de esto, los obreros retomaron su trabajo en esta obra cloacal que lleva un año y que abarca la calle 12 entre Aberastain y David Chávez.

Antecedente fatal


El 19 de marzo de 1999, Rodrigo Muñoz, de 26 años, cayó a la cañería cloacal en una obra. Estaba trabajando en una conexión a un nuevo barrio en Santa Lucía. El joven, oriundo de Marquesado, se introdujo por orden de un capataz a sacar un trozo de caño roto en la red cloacal y desapareció. Sólo encontraron uno de sus pies tiempo después.