La televisión rusa mostró imágenes del lugar de la catástrofe aérea en la que aparecen fragmentos de la aeronave especialmente la cola del avión, un ala y el tren de aterrizaje, destruidos por el impacto contra la tierra, que abrió un descampado en el bosque.

También se vieron árboles abatidos durante la catástrofe, multitud de pequeños fragmentos del avión y columnas de humo, aunque las autoridades rusas sostienen que tras el accidente no hubo incendio a bordo de la nave.

Equipos de bomberos regaban los restos del avión y el bosque con ayuda de gruesas mangueras, mientas numerosos socorristas recorrían la zona en busca de cuerpos.

El avión Tupolev-154, un aparato de fabricación rusa con veinte años de servicio, había sido sometido a una revisión técnica y reformado su interior en Samara (Rusia) en diciembre de 2008, lo que en opinión de los expertos debería excluir la posibilidad de un fallo mecánico.