Creativo. Eduardo Garcés preparó una paella con una buena variedad de vegetales. Hasta le puso espárragos.

Ni bien se atravesó el portal del ingreso, el aroma fue inconfundible. Bajo la sombra de los árboles, las paellas comenzaron a tomar forma. Pero no hubo receta única. Lo que primó ayer fue la creatividad y también la dedicación en la preparación previa. Esto sucedió en el Centro Valenciano porque los integrantes de esa comunidad festejaron su día. En este marco realizaron el tradicional concurso de paellas, un evento que llevan a cabo hace más de 20 años.

Espárragos, alcauciles, acelga, garbanzos y hasta berenjenas. Eduardo Garcés se animó a todo a la hora de preparar su paella. El hombre, conocido entre los suyos por las delicias que prepara, contó que hace 43 años que hace paella y que lo que más le gusta es innovar y salirse de las recetas tradicionales. Otro de los concursantes apostó a un mix de carnes para dar un toque especial al plato. Pollo, cerdo y hasta mariscos fueron algunos de los ingredientes que utilizó Pablo Mulet. Este participante comenzó con los preparativos el día anterior y dijo que es una actividad para realizar en familia. Las mujeres también tuvieron su lugar en este concurso del que participaron 7 equipos. Por primera vez, las falleras mayores se reunieron, armaron su receta, compraron los ingredientes y ayer se apostaron en el club para mostrar que ellas también pueden. Las chicas armaron una paella tradicional, con pollo y mariscos. Contaron que para armarla necesitan unos 30 minutos. Lo que más tiempo lleva es la previa. Es decir, freír el pollo, picar perejil, limpiar mariscos. En este punto coincidieron todos los participantes. Y si bien la mayoría de ellos tienen su tips especial a la hora de armar una paella, prefirieron guardarse el secreto.

Cosa de mujeres. Las falleras mayores se reunieron para preparar una paella tradicional.


Los concursantes no estuvieron solos. Al lado de cada paella había mesas larguísimas donde estaban apostadas las familias que fueron a hacer el aguante. Los niños aprovecharon el buen clima para jugar en el predio y ver a los chicos que suelen ir a entrenar en las distintas disciplinas que se practican en el Centro Valenciano.

El concurso de paellas se realiza todos los años y lo que se busca es premiar por un lado la presentación de cada plato, y por otro el sabor. En ambas categorías se eligen los dos mejores. Ayer, las propuestas estuvieron reñidas para los que tenían que puntuar.


 

La presentación

  • Cerca de las 12 del mediodía, los concursantes se apostaron en el predio. La consigna fue que todas las paellas tenían que estar listas a la misma hora. Entonces, el jurado lo primero que evaluó fue la presentación.

Más datos

  • La inmigración

Según los datos que manejan los historiadores locales, los valencianos llegaron a la provincia de San Juan en dos grandes corrientes inmigratorias. En su mayoría, procedían de la región valenciana de la Marina Alta: Xaló, Vall de Laguart, Pedreguer, Llíber, Gata de Gorgos, Denia, Tárbena y Benissa. El centro surgió para que las costumbres de esta gente no se evaporaran y se traspasaran a otras generaciones.

  • La más famosa

La paella valenciana es la más aclamada de todas. Se trata de un plato típico español. Es una receta de cocina con base de arroz y su origen justamente es de Valencia. Según el mundo gastronómico la paella valenciana original tiene arroz, pollo y conejo. El azafrán es uno de los condimentos claves para que este plato sea inconfundible. Pero hay paellas que se preparan con otros productos.

  • Las Fallas

Los valencianos tienen otra celebración famosa y que también se realiza en la provincia, generalmente en el mes de febrero. Se trata de las Fallas Valencianas. Es una fiesta que convoca a una multitud donde se preparan platos típicos y hay música durante toda la noche. El broche de oro es la quema del ninot. En el marco de esta fiesta se elige la Fallera. Esta fiesta tiene su origen en España.


>El Centro

1969

fue el año en que se creó el Centro Valenciano en la provincia. El objetivo fue mantener las tradiciones y costumbres de la colectividad y compartirlas con el resto de la sociedad.