Pertenecen a diferentes generaciones, provienen de distintos departamentos y llevan un estilo de vida peculiar. Pero las une la misma pasión: tejer en el telar de manera artesanal. Pese a la diferencia de edad, ambas continúan el legado de sus abuelas y madres y, ahora, con el orgullo de haber tejido los mejores ponchos de la provincia. Son Clara Amalia Quiroga, de Albardón, y de Ivana Andrada, de Caucete, que ganaron los primeros premios de las dos categorías de la primera edición del concurso ‘San Juan Premia su Poncho’.

Más de medio siglo frente al telar
Clara Amalia Quiroga tiene 64 años, y más de medio siglo frente a un telar. Comenzó a incursionar en el tejido artesanal a los 10 años, ayudando a su madre y confeccionando algunas prendas chicas. Y a los 14, tejió su primer poncho de lana de oveja sin ningún tipo de ayuda. Se lo regaló a su papá, a quien dedicó el premio ganado.
La mujer nación en Mogna, pero a los 18 se mudó a Albardón para trabajar de empleada doméstica, pero sin dejar atrás la pasión por el tejido. ‘A los 8 años me sentaba al lado de mi mamá para verla tejer al telar, y a los 10 ya la ayuda a hilar la lana. Así fui aprendiendo de sólo mirar. El primer poncho que tejí fue para mi papá. Lo hice en lana de oveja pero, como a mí me gusta innovar, al año siguiente le hice uno en lana de guanaco’, dijo la mujer.
Clara se definió como perfeccionista y detallista en todo lo que hace, y esta fue la razón por la que demoró casi tres meses en terminar el poncho con el que participó en el concurso. Dijo que lo que más la demoró fue el proceso de teñido para darle a la prenda diferentes tonalidades de marrón. Explicó que usó cáscaras de eucaliptus (molidas y hervidas en agua) y recina de algarrobo para lograr los tonos deseados. ‘Todas estas técnicas las aprendí de mi mamá que actualmente tiene 95 año y todavía hila la lana. Es que todo lo referido a tejer al telar es una pasión que te acompaña de por vida’, sostuvo la tejedora.

Una tejedora empoderada
Ivana Andrada tiene 27 años. Dice que nació y creció ‘mamando’ el tejido al telar. Su madre se dedicaba a este arte para ayudar a la economía familiar, tal como ahora lo hace ella. Es por eso que se emocionó hasta las lágrimas cuando anunciaron que ganó el Premio Adquisición de $1.000.000. Dijo que ese dinero lo destinará a comprarle todo lo que le haga falta a su hijo de 6 años que se encuentra internado en estado delicado por un virus en la sangre y un cuadro de neumonía. Este fue uno de los motivos por el cual tejió, tiñó y terminó el poncho en tiempo récord para participar del concurso ‘San Juan Premia su Poncho’.
‘Comencé a tejer el poncho hace un mes, pero a los 15 días de hacerlo tuve que internar a mi hijo. Tuve que organizarme para poder cuidarlo, hacer las tareas de la casa y tejer, ya que no quise abandonar esta competencia, pero para demostrarle a mi hijo que hay que seguir luchando. No es fácil verlo en estado delicado, pero seguro que se pondrá muy contento cuando le cuente que gané el premio del concurso’, dijo al joven.
Desde muy chica, la joven ayudaba a su mamá con el tejido al telar. A los 12 confeccionó su primera prenda y desde entonces continuó con el legado familiar. Actualmente teje al telar ponchos, mantas, peleros y demás prendas para vender por encargo. ‘Tuve que continuar sola con esta actividad porque mi mamá tuvo un problema en uno de sus brazos y no pudo seguir tejiendo. Pero, le dije que se quede tranquila porque yo lo voy a continuar tan como ella me enseñó, usando jarilla macho o albarico para teñir la lana en diferentes gamas de marrón’, sostuvo la tejedora.

