Oscar Dölling, director del programa Gestión Integral de Cuencas Hidrográficas de la UNSJ, en el último conversatorio del agua de la UCCuyo explicó un método: "Consiste en la determinación de los volúmenes precipitados en cada evento observado, en base al cálculo del índice Equivalente de Agua de Nieve -EAN- expresado en este caso en volumen equivalente de agua en hectómetros cúbicos -hm3-, siendo el valor medio determinado para toda la cuenca alta del río San Juan en el período observado EAN de 9,49. Es decir, a la altura de nieve precipitada en un evento se la debe dividir, en promedio, por 9,49 veces -o sea que la nieve pesa casi 10 veces menos que el agua-, lo cual es un buen indicador de su densidad relativa. Este valor ha resultado muy cercano al promedio internacional determinado para este parámetro".
El método incorpora otras variables científicas: "Así es posible calibrar un modelo que nos permite contabilizar el agua realmente precipitada en cada tormenta de nieve observada por los sensores terrestres y satelitales y obtener un prepronóstico".
"Del análisis realizado a partir de datos volumétricos utilizando el método de EAN y de los caudales que han escurrido en el mismo período observado podemos decir que, en el caso que se mantengan las condiciones de los fenómenos de infiltración, retención, sublimación y evaporación observadas hasta aquí en lo que va del año, que la expectativa de escurrimiento de la nieve acumulada hasta el 18 de agosto es, como mínimo, del 48% del EAN acumulado, esto es el 48% de 994,6 hm3, lo cual implica una previsión de escurrimiento directo mínima de 477,4 hm3 y si sumamos el flujo base que es de 116,6 hm3, la esperanza de escurrimientos llega a 594 hm3", explica Dölling.

Cierto es que "esta evaluación se hace en agosto sin contar con eventuales tormentas de nieve que pueden ocurrir en septiembre u octubre, aunque son de muy baja probabilidad de incidencia", indica el especialista, agregando: "En resumen podemos calificar a este año hidrológico que se presenta como un año hidrológicamente pobre cuyo escurrimiento directo estará, redondeando, entre los 480 y los 600 hm3".
Y remató: "Teniendo en cuenta que una evaluación de evaporación directa anual de nuestro sistema hídrico -promedio de los últimos 14 años- es aproximadamente de unos 100 hm3/año, los usuarios de agua del sistema -sumando agua potable y riego- podrían contar con unos 400 a 500 hm3 para el período 2022-2023. Se mantiene el alerta rojo vigente para el ciclo hidrológico que se inicia en octubre".

