La compañía canadiense Barrick acordó la venta de activos por 720 millones de dólares con las empresas Kinross y Waterton. De esta manera, la minera completará una recaudación anual de 3.200 millones de dólares que corresponden a la venta de activos, joint ventures y otras alianzas. La finalidad principal es reducir un 23% las deudas que actualmente posee la compañía para comenzar 2016 con más oxígeno económico.
Según el comunicado emitido por la canadiense, la venta de activos “no estratégicos” localizados en el estado de Nevada (Estados Unidos), incluyen el 100% de la mina Bald Mountain, 100% de la mina Ruby Hill, 50% del interés de Barrick en la mina Roud Mountain y el 70% del proyecto Spring Valley.
“La venta de estos activos es consistente con nuestra estrategia para crear valor a largo plazo para nuestros accionistas, mediante el fortalecimiento del balance”, señaló el presidente de la compañía Kelvin Dushnisky. Y apuntó que, además, “esto le permite a la firma centrarse en el portafolio de minas fundamentales, que impulsarán el crecimiento del flujo de caja libre”.
El acuerdo de venta por el 50% de Round Mountain y la totalidad de la mina Bald Mountain fue realizado con Kinross Gold Corporation, según señala el comunicado de la empresa. En ese contexto, se indicó que Barrick y Kinross también han acordado formar una empresa conjunta de exploración, que será propietaria de un gran paquete de tierras en la propiedad Bald Mountain, en el que cada empresa tendrá un 50% de participación. La consideración de estos activos es de 610 millones de dólares en efectivo, informó la minera canadiense. En cuanto al proyecto Spring Valley (70%) y la mina Ruby Hill, estos quedarán en manos de empresas filiales de Waterton por 110 millones de dólares en efectivo. “A través de este proceso hemos desarrollado una fuerte relación de trabajo con Waterton y esperamos poder colaborar con ellos en el futuro, si surgen las oportunidades adecuadas”, profundizó Dushnisky sobre la operación.
El comunicado emitido por la empresa minera explica además que ambas transacciones están sujetas a las condiciones de cierre habituales, lo que implica que los acuerdos pueden llegar a modificarse en algunos puntos específicos. Se espera que la transacción con Waterton esté terminada a finales de este año, mientras que la transacción con Kinross quedaría sellada a comienzos de 2016.

