En aulas, se brindó la capacitación teórica.


En departamento Jáchal se estima que existen casi 600 hectáreas de membrillo, una fruta del grupo de las Pomáceas. En este sitio geográfico, el microclima da particulares características organolépticas al fruto, únicas en la provincia y esto se manifiesta en el sabor, perfume y calidad de sus dulces.


En una articulación INTA- Renatre, y con la presencia de 40 inscriptos, se desarrolló en la Escuela Gabriel Albarracín, del Distrito La Represa, una jornada de poda en plantas de membrillo.


Estuvo a cargo de los técnicos de la Agencia de Extensión Rural (AER) INTA de Jáchal, la ingeniera agrónoma María Teresa Fernández y el técnico Eric Rojas. Participó por Renatre, Marcela Conde.

Distintos tipos de poda de membrillos se explicaron.
La ingeniera Fernández del INTA guió la jornada.


A PEDIDO

Esta propuesta surge de una necesidad de productores de la zona y docentes de las Técnicas Agropecuarias de Capacitarse en el tema para poder manejar sus plantas de membrillo por medio de la poda, para lograr mejoras en la producción y en la economía de los productores, como así también por parte de los docentes de transmitir estos conocimientos a sus alumnos.


Dijo a Suplemento Verde la ingeniera agrónoma Fernández "la capacitación se realizó en dos etapas, una teórica donde se explicó sobre el manejo del cultivo y dentro de esta, la importancia de la poda y la forma de realizarla según la edad de la planta: Poda de formación, Poda de fructificación, Poda de limpieza y Poda de rejuvenecimiento, como así también los conceptos a tener en cuenta en el momento de la implantación del cultivo nuevo; riego y fertilización".


Luego indicó "para la poda de formación, se realizan los tres primeros años de vida de la planta en campo donde se eligen del tallo principal 3 yemas que son las que formaran la futura copa de la planta, las cuales deben formar entre ellas un ángulo de 120º. Asimismo deberán eliminarse cualquier rama que nazca en el tallo por debajo de la copa, con la finalidad de tener un tallo único".


"En el caso de la poda de fructificación, las yemas fructíferas (dardos, bolsas y brindillas), se manifiestan a partir del tercer año y en los extremos de las ramas. Hay que reconocerlos para evitar eliminarlos durante la poda, si puede realizarse el raleo de las mismas".


Posteriormente el técnico Rojas detalló "la poda de limpieza: en ella se eliminan las ramas quebradas, ramas que se cruzan o mal ubicadas y chupones (ramas vigorosas y derechas) que nacen tanto en el tallo como en la copa de la planta.


y la poda de rejuvenecimiento: cuando las plantas son viejas, se puede realizar una poda total al 1,5 m desde el suelo, para favorecer el nacimiento de nuevas ramas y a partir de estas ramas se arma la nueva planta".


Posteriormente se realizó la práctica de campo en la escuela, donde la Directora del establecimiento, Irene Tejada de Vargas, puso a disposición de los participantes el huerto de membrillos, el que aportaba diferentes grados de complejidad.


Se concientizó a los participantes sobre el manejo de las plantas nuevas con la conducción de tallo único, como una de las estrategias para mejorar la producción y el control de plagas. Jáchal apunta alto con el membrillo.