El cultivo de melón en los valles de San Juan y en el Norte de Mendoza, se realiza con el objetivo de lograr producción para inicios del verano, cuando la demanda de este alimento en nuestro país aumenta de manera considerable. Estos oasis productivos producen el melón que se consume en Argentina desde el mes de Diciembre y durante todo los meses del verano. 

Estas plantas en su desarrollo están expuestas a condiciones de temperatura elevadas, afectando el número de frutas y el crecimiento o calidad de las mismas a cosecha, a veces con problemas en la vida post cosecha. 

Según dijeron a Suplemento Verde especialistas de la empresa Savian "la planta para producir frutos necesita consumir además de agua, nutrientes esenciales que le permitan cumplir con el desarrollo aún en condiciones de estrés. Necesita tener adecuada concentración interna de nutrientes como el Calcio, Boro, Potasio, entre otros nutrientes esenciales. Por ejemplo, Calcio es muy importante para la estabilidad de los tejidos, Boro debe estar presente para lograr elasticidad de las paredes celulares, y es necesario para la polinización y posterior amarre de los frutos, Potasio deberá estar siempre en concentración adecuada en la savia del vegetal para mantener la hidratación y con respuesta rápida ante los aumentos de temperatura (implicado en apertura y cierre estomático)".

El ingeniero agrónomo Miguel Andrés González, explicó que "será muy importante durante todo el cultivo contar con la adecuada renovación radicular, ya que las raíces activas que son eficientes en la absorción de nutrientes son los pelos radiculares, justamente de corta duración y necesidad de renovación permanente. Para que exista esta renovación en un cultivo de alta producción, se debe contar con la presencia de Fósforo en el bulbo húmedo y la aplicación de bioestimulantes con efecto enraizante. Debemos asegurar la provisión de Fósforo y la disponibilidad del mismo, para ello hacemos aplicaciones semanales de P24, que contiene Fósforo, acomplejado con sustancias húmicas. Es un Fósforo líquido de alta eficiencia y con reacción neutra en el suelo, que se utiliza en dosis bajas (5-8 Litros por Hectárea) y periódicas, apto para riego por goteo. Gracias a su formulación con sustancia húmicas de alta calidad, este producto no tiene reacción ácida, por lo que no reacciona con los cationes del suelo, mejorando su eficiencia y esto nos permite reducir las unidades de fósforo aplicadas".

Mencionó luego en el campo "Irradix es un bioestimulante diseñado para activar los meristemas radiculares, deben hacerse aplicaciones en riego y/o foliares de 1-1.5 Litros por Hectárea, cada 15 o 20 días en los momentos de gran demanda de agua y nutrientes. Su aplicación genera nuevos crecimientos y emisión de pelos radiculares, asegurando la adecuada nutrición y activando crecimiento. La estimulación de la raíz, en cualquier cultivo de alta producción, tiene que lograrse durante todo el período de crecimiento, especialmente durante la floración, amarre de fruta, crecimiento y maduración". 

Técnicamente si queremos tener una planta que tolere las condiciones de estrés por temperatura y además sea capaz de lograr cantidad y calidad de melones, tenemos que pensar en cuidar el sistema radicular, es ahí donde la planta sintetiza hormonas vegetales como las citocininas, que son las hormonas que activan el crecimiento, las cuales se trasladan junto a los nutrientes vía xilema hacia la parte aérea de la planta. Además, también el sistema radicular joven tiene un rol protagónico en la activación de los sistemas de defensa contra patógenos. La absorción de agua por supuesto depende de la cantidad de raíces activas, y con ello la eficiencia de fertilizantes.