Accesible. Bajo el nombre “Las Hornillas” el puloil será comercializado en envases de 400 grs tipo talquera y se prevé un costo de $60 por envase. 

En breve, la comercialización del puloil minero calingastino tendrá como bocas de expendio a dos escuelas a través de sus respectivas cooperadoras escolares. Se trata de la EPET Nº1 Rogelio Boero y la escuela de técnicos mineros General Manuel Savio, de Calingasta, las que iniciarán la venta del producto a fin de que el porcentaje de ganancias pueda ser utilizado en la compra de materiales para los alumnos.


La iniciativa es de la Asociación Ciudad Andina que desde principios de este año inició con la producción de este abrasivo mineral en base a arcillas, destinado a la limpieza. 


La idea es que el producto se comience a visibilizar a través de su venta en estas escuelas, hasta tanto la asociación culmine con algunos trámites fiscales que permitan que el producto pueda ser comercializado en negocios o almacenes. 


Ya se iniciaron tratativas con la Boero a través de su asociación de padres y en breve será el turno de la escuela Savio. 


“La idea es aportar al fondo de las cooperadoras para la compra de elementos que les resulten necesarios, es un modo de aportar a la comunidad y a su vez de comenzar a testear cuál es la recepción del producto en la gente”, explicó Jorge Alfredo Riveros, presidente de la asociación y ex profesor de la Boero, quien agregó que otra de las acciones prevista por la asociación, es que la cantera de puloil pueda ser visitada por los estudiantes de la escuela Savio con fines didácticos y para que puedan realizar prácticas de campo. 


Al cierre de esta edición el grupo se preparaba para la presentación oficial del puloil en Tamberías, en un encuentro organizado por la Municipalidad de Calingasta a modo de difundir este tipo de experiencias departamentales.
Actualmente los miembros de la entidad extraen de manera artesanal 100 kilos por semana de las arcillas abrasivas, lo que se traduce en la producción de 200 envases semanales tipo talquera. 


La cantera está ubicada en el cerro Las Pareditas, a menos de 2 kilómetros de Las Hornillas,  Calingasta, en el predio que la escuela Boero tiene en el lugar desde la década  de los `70 y el cual mantiene esta asociación sin fines de lucro formada por docentes, ex docentes y amigos de la institución.


Sin embargo por ahora el acopio, zarandeo, llenado y etiquetado de los envases se realiza en Caucete (en la finca de Crescentino miembro de la asociación) luego del traslado del abrasivo a granel. Sucede que en este momento está en plena construcción el depósito que albergará la pequeña planta de producción en Las Hornillas. Culminada esta etapa y con la concreción de la comercialización del puloil en góndolas, el anhelo del grupo es usar las ganancias para mejorar esta zona que es paso obligado de la Ruta Sanmartiniana. 


“Buscamos el fortalecimiento y puesta en valor del lugar, esperamos que con la recaudación de la venta del puloil podamos hacer mejoras como una toma de agua del arroyo Aldeco del cual nos abastecemos, mejoras en los refugios y otras obras que le puedan dar otro perfil”, dijo Riveros. 


El año pasado la asociación recibió el subsidio “Ventanilla Abierta” por parte del
Ministerio de Minería de San Juan con el que dieron el puntapié inicial al proyecto y por el cual oportunamente recibieron el apoyo del municipio calingastino para el asesoramiento técnico geológico. Alexandre Cofres y Matías Espejo fueron los encargados de esta tarea. 


Tras la división del lugar en dos zonas de estudio, los resultados arrojaron que el recurso es de 57.680,28 m3 de puloil de buena calidad en Zona Nº 1 y de 24.220,75 m3 de puloil con aluvio en la Zona Nº 2.

Cómo es el producto

El puloil es una especie de arenilla compuesta por sulfato de sodio, carbonato de calcio y sodio que en su momento en el país se comercializaba como polvo de limpieza “Odex”. Las micro partículas que contenía lo hacían ideal para desincrustar el sarro en sanitarios a la vez de tener la propiedad de absorber grasa y ser adecuado para la limpieza de ollas y utensilios de cocina. La aparición de los productos en crema y muchos otros de origen sintético hicieron que con el tiempo se dejara de comercializar, sin embargo aún existen muchas amas de casa que no encuentran sustituto al potencial de limpieza que tenía este abrasivo.