El verano es una prueba de fuego tanto para el cuidado de la piel como para el cabello. Los efectos nocivos de los rayos UVA y UVB del sol se convierte en una de nuestras principales prioridades. Sin embargo, esta no debe ser la única preocupación, ya que nuestro cabello también requiere de un cuidado extra en esta época del año. Sobre todo, si nos encontramos de vacaciones en la playa, donde queda expuesto a factores que pueden acabar dañándolo gravemente como el calor, la humedad o la sal del mar. Y, lo mismo ocurre con el cloro de las piscinas. Con el objetivo de ayudarte a evitar cualquier tipo de daño capilar, te damos algunos consejos para su cuidado y te presentamos una rutina muy fácil que te permitirá lucir tu melena en cualquier lugar. 

Evitar tener el pelo sucio

¿Por qué lavarnos el pelo si vamos a la playa? Lo cierto es que muchas veces finaliza con un pensamiento claro de innecesaridad. Sin embargo, esta idea es errónea y perjudicial para nuestra melena. Y es que, si vamos con el cabello sucio estará mucho más débil frente al sol y, por consecuencia, sufrirá muchos más daños y roturas.

 

Protección contra el sol

Al igual que el cuerpo o el rostro, el cabello también necesita de un protector solar específico, para mantenerlo hidratado y protegido durante toda la jornada. Antes de la exposición solar es bueno colocar el producto, repite esto cada dos horas y sobre todo después de cada baño.

 

Cuidar el cabello durante el baño

Proteger nuestro pelo antes de bañarnos en el mar o piscina y después de marcharnos es importante, sí, pero eso no quiere decir que podamos descuidarlo mientras estemos dentro del agua. En este sentido, los profesionales coinciden en que es importante bañarse con el pelo suelto y evitar accesorios como horquillas o pinzas, pues estas pueden oxidarse y dañar gravemente nuestro cabello. Tras salir, lava tu melena con agua dulce y desenrédala con un peine de púas anchas. Así eliminarás buena parte de los restos de sal que permanecen en ella. Por último, reaplica protector solar.

 

Los mejores aliados

Al igual que los protectores solares, los complementos se han convertido en un aliado imprescindible para superar con éxito un largo día de playa. Accesorios como los sombreros de paja y ala ancha o los pañuelos estampados te ayudarán a proteger tu cabello de la exposición directa al sol. Elige aquellos que mejor combinen con tu estilismo y listo.

 

¿Qué hacer tras una jornada de playa?

Una vez en casa, llega uno de los momentos más importantes para cuidar tu cabello. Primero lavarlo y eliminar cualquier rastro de sal, arena, cloro o suciedad que permanezca en él. Para ello, necesitarás un champú específico para tu tipo de pelo que le aporte una dosis extra de nutrientes e hidratación. Luego aplica un acondicionador formulado con queratina. Esto hará que tu melena se vea más sedosa y brillante que nunca.

Mitigar los efectos del sol

Si no quieres aplicar acondicionador después de lavar tu pelo. Puedes sustituirlo por una buena mascarilla nutritiva que mitigue la sequedad, suavice los efectos nocivos del sol y aporte una dosis extra de hidratación.

 

Sécalo siempre por la noche

Es decir, no te duermas con el pelo mojado o húmedo. Si no quieres utilizar un secador, lávatelo con tiempo suficiente ya que, de lo contrario, se potencia el encrespamiento, los enredos, la rotura e incluso la aparición de hongos o la caspa. Además, tampoco recomiendan que se retire el exceso de agua mediante movimientos enérgicos con una toalla, lo correcto será hacerlo a suaves toques para evitar el frizz y proteger la integridad del cabello.

 

Deja las herramientas de calor

A día de hoy, las planchas y rizadores o secadores de pelo se han convertido en nuestros grandes aliados, ya que nos permiten alisarnos y ondularnos el cabello mucho más rápido que otro tipo de métodos. Sin embargo, no podemos olvidarnos de que un uso excesivo sin la protección adecuada puede acabar generando ciertos daños en nuestro pelo. Y más aún, en verano, cuando, como te comentábamos previamente, este está mucho más débil. En base a ello, los expertos recomiendan reducir al mínimo el uso de este tipo de herramientas.