Un cuadro de las 20 hectáreas que se cosecharon en la temporada 2022/23 con singular éxito. Una alternativa agrícola más.

Finalizó esta semana la cosecha de fibra de algodón en tierras sanjuaninas. 

La noticia sorprende desde varios puntos de vista, entre ellos los resultados obtenidos por los productores, tanto en cantidad como en calidad del tipo de vegetal obtenido, como también desde la suma como cultivo de diversificación de la oferta agrícola local, asimismo por la rotación necesaria de suelos y la simpleza en el manejo del mismo.

Suplemento Verde esta semana dialogó en el campo con Leandro López, quien con su padre Guillermo trabajaron 20 hectáreas de este industrial cultivo en esta temporada, luego de que en la anterior campaña comenzaran tímidamente con 8 hectáreas, como prueba piloto.

"Hicimos 10 hectáreas de algodón con riego tradicional y otras 10 hectáreas con goteo, para comparar los resultados, evaluar diferentes alternativas ante la sequía extrema que estamos viviendo y el manejo de ambas, la gente, los costos, etc", explicó el joven Leandro.

Utilizaron la variedad Guaraní, que tuvo buen desempeño en adaptación y rendimiento final.

"Es nuestra intención en la empresa familiar, extendernos en la próxima campaña a 200 hectáreas, de ser posible. Es que hacemos mecanización de siembras escalonadas y de la recolección también, de manera que el cultivo se puede considerar muy simple en general" señaló.

El cultivo del algodón se comienza en la provincia de San Juan en el mes de octubre, aunque técnicamente los expertos siempre recomiendan iniciarlo cuando en el suelo la temperatura es de 25 grados Celsius. "Ese dato es fundamental, dijo nuestro entrevistado, además, no se debe sembrar muy profundo, porque la simiente se pudre y no llega a planta".

Las condiciones de clima y suelo, conllevan a obtener un algodón de fibra de excelente calidad, basado en gran parte a la sanidad existente. Aquí no hay grandes lluvias como en Chaco, Formosa y parte de Santiago del Estero, Catamarca y Santa Fe, extensa región donde se han llegado a sembrar más de 600.000 hectáreas en las mejores campañas.

"La cosecha terminó el lunes 17 de julio, y la hicimos con una máquina cosechadora John Deere modelo 9212, que permite llenar un canasto o jaula de 2.800 kilos, que se van juntando manualmente en camiones. En la temporada que viene, vamos a cambiar, y lo haremos en rollos de fibra de algodón, todo mecanizado", recalcó.

Los López aseguraron que este cultivo agroindustrial es sencillo, no tiene plagas ni enfermedades en nuestra provincia por el clima seco, las malezas se pueden tratar con herbicidas fácilmente, permite rotar y limpiar tierras aptas agronómicamente hablando y llamativamente con riego gravitacional común por surco dio los mismos rindes que con riego presurizado por goteo.

Los rendimientos por hectárea han sido muy buenos, de 6.000 a 6.500 kilos de fibra por hectárea, mucho más que en la Gran Región Chaqueña (donde da 2.000 a 2.500) y además, aquí la calidad es superior, por la sanidad altísima que da el sol y el clima benéfico.

Ojalá asome como una nueva posibilidad agrícola para San Juan.

Leandro López, productor y Ariel Lucero Reinoso, ministro, viendo el algodón de Médano de Oro.

 

La visita del ministro a las plantaciones

El ingeniero agrónomo Ariel Lucero Reinoso, ministro de Producción y Desarrollo Económico estuvo en la plantación de algodón de Médano de Oro y brindó sus opiniones y comentarios. "Buscamos siempre nuevas oportunidades para los productores, de lo que sean. Hay un tiempo de aprendizaje y de conocimiento, para llegar a manejar bien la actividad, y obtener rentabilidad," mencionó. 

"Desde Expansión Productiva nos importa que quienes sean pioneros de nuevas actividades vayan de a poco, creciendo en superficie. No alentamos arriesgar en nuevos cultivos, potenciales o tecnologías en grandes superficies cuando no se sabe bien a conciencia el detalle de lo nuevo," puntualizó.

Citó al maíz, por la demanda que generan las granjas de diferentes animales, o el trigo, por los molinos que necesitan harinas y otros tipos de alimentos.

"En este caso, el algodón obtenido es de muy buena fibra, con excelentes propiedades para la industria de hilandería y eso alienta a vincular empresas para llevar al negocio a un nuevo nivel, por ejemplo que los chacareros locales hagan rotaciones de sus cultivos con esta nueva propuesta y lo comercialicen por ejemplo, con la compañía Vicunha, que está ubicada en las cercanías de la zona productora de la fibra", aportó.

"Además, desde el Gobierno Provincial están las herramientas crediticias disponibles para quienes lo deseen. Tenemos una sede en calle Mitre y Mendoza, donde pueden asesorar a los interesados en las distintas líneas disponibles a la fecha", finalizó.

Alta calidad, en el algodón obtenido.

 

> Una historia blanca de gran revolución

En el INTA sede Pocito, se realizaron los primeros ensayos de variedades de algodón, en la década del 80, a cargo del ingeniero agrónomo Antonio Raúl Acosta. Se probaron varias, dando buenos resultados Guazuncho INTA, Porá INTA, Quebracho INTA, Toba INTA y otras. Varios productores se animaron al desafío y tal es así que se extendieron hacia el Cerrillo Barboza, en el departamento Rawson, y las riberas del río San Juan, en colonias de grandes extensiones de los departamentos 25 de Mayo y Sarmiento.

En plena cosecha. Viene la John Deere a recolectar la fibra.

 

Lentamente el cultivo fue creciendo, llegando a superar las 1.000 hectáreas en la década del 90. Se armó una agrupación de productores, llamada PUMAS (Por un Mejor Agro Sanjuanino), que instaló una planta desmotadora en la Ruta 40, llegando a la entrada a Villa Media Agua. Allí, con tratamientos varios, se separaba la semilla de la mota (fibra). San Juan lograba tener algodón "doble propósito", ya que a la fibra para textil, se le agregaba extraer la simiente.

El gran cambio llegó cuando se pasó de las fibras cortas, nacionales, a las largas, peruanas. Allí las variedades blancas y de la zona chaqueña se dejaron de lado por las de la variedad Pyma, peruana, más amarilla, de mayor longitud de fibra.

Productores de la talla de Isaías ("Pita") Goransky, su hijo Iarón, Sergio Kalieroff y otros, tuvieron un importante rol en el desarrollo de esta actividad. 

San Juan logró crecer en esta actividad y luego por diferentes motivos, decayó. Quizás ahora sea el momento de volver a retomar esta nueva alternativa productiva.