En un encuentro con despachantes de aduana, el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, les pidió que sean “aliados estratégicos” para detectar los casos de “triangulación”, es decir, aquellas maniobras de exportación para tributar menos. Y señaló tres rubros en los cuales tener especial cuidado: cereales, minería y pesca.
“Son los principales trianguladores”, afirmó Echegaray el miércoles de la semana pasada, según reprodujo el diario Ámbito Financiero al día siguiente. De esta manera, quedó claro que la AFIP irá a la caza de cualquier maniobra dudosa en el sector exportador minero, que hoy ocupa un lugar importante en la economía por su crecimiento exportador.
La operación cuestionada consiste en ventas que se facturan a un destino que no es al que verdaderamente llegará la mercadería en cuestión. Se consigna en la documentación un país de baja o nula tributación, falseando la información. Esto es lo que se conoce como “triangulación” en la jerga de la AFIP.
Uruguay, Suiza, Singapur, Barbados y las islas Caimán son los principales destinos donde se “registra una diferencia muy amplia entre los montos de facturación y el verdadero ingreso de mercaderías”, según dijo Echegaray.
Uno de los ejemplos mencionados por el titular de la AFIP fue Suiza. Durante el año pasado se facturaron 4.328 millones de dólares pero sólo llegaron mercaderías argentinas a aquel país por un monto de 1.518 millones. Vale decir que 2.810 millones fueron a parar a otro destino, presumiblemente tributando menos. El resultado es una menor recaudación también para el Estado Nacional.
Sobre el total exportado (facturado) a Suiza, el 60 por ciento correspondió al rubro cereales, el 15 por ciento a minería y el 10 por ciento a petróleo.
El caso más extremo pareció ser el de Barbados. Se facturaron 873 millones de dólares (70 por ciento minería y 30 por ciento petróleo) pero apenas llegaron a destino mercancías por 3 millones de dólares.
Echegaray explicó cuál es la metodología que se emplea para definir la polémica “triangulación”. La AFIP cruza la información registrada en el Sistema Informático María (que revela dónde fue físicamente la mercadería) con los datos del Banco Central (que notifica el lugar de donde viene el dinero percibido por las exportaciones) y el reporte de la DGI (que indica el país al cual se le facturó).
El mensaje de Echegaray a los despachantes de aduana fue contundente y añadió un anuncio oficial: en los próximos 30 días instalarán Centros de Entrega de Legajos en Ezeiza y en las terminales portuarias. El objetivo es que al finalizar la operación de comercio exterior, el declarante pueda llevarse la carpeta con la documentación aduanera en el momento.

