Involucrados: Los mineros de la empresa llevaron adelante el proyecto en su totalidad, por lo que fueron capacitados en tareas como plantación, poda, vendimia y vinificación. 

En Córdoba un yacimiento de fluorita apostó a la remediación ambiental mediante la implantación de vides y el 19 de marzo de este año concretó su primera vendimia con la obtención de 1.000 kilos de Malbec. El caso fue celebrado como un exitoso ejemplo de sinergia entre la minería y el agro en Argentina.


El proyecto es de Fluorita Córdoba SRL, una empresa familiar con base en el departamento de Calamuchita con cerca de 50 años de trayectoria en el rubro, dedicada a la explotación de este mineral que se exporta a Brasil y Chile para la fabricación de electrodos y también en aplicación en industrias como el aluminio, cemento, fundición, acería y vidrio. También obtienen serpentinita (óxido de magnesio) y la extracción y trituración de pétreos, cuyo destino es el grupo Techint en sus plantas de Siderar y Siderca para distintos procesos relacionados a la elaboración del acero.   


Cuatro años atrás inició la primera plantación de vides como parte del proceso de remediación ambiental de la firma. Puntualmente, plantaron en una ladera de montaña cercana a uno de los yacimientos de Fluorita, previamente evaluado e identificado junto a las autoridades de inspección de la Secretaría de Minería local, como apto para depósito de escombreras. 


CUYO MINERO tuvo la oportunidad de conocer la historia y según explicó Gonzalo Martínez, gerente de operaciones de la firma, todo surgió a partir de un cambio de procesos en la recuperación del mineral que derivó en la generación de material estéril o escombrera, el que por cuestiones ambientales debía disponerse en un determinado lugar. “Este mineral se extraía por medio de galerías subterráneas, en donde se buscaba extraer el centro de la veta para lograr las mayores concentraciones de ley. Fluorita Córdoba toma posesión de estos yacimientos cuando ya sus principales reservas de calidad se encontraban agotadas y con leyes más bajas, por una cuestión de rentabilidad se llega a la decisión de realizar la explotación a cielo abierto, para recuperar lo que se suele llamar cajas del mineral de primera calidad, un nuevo tipo de proceso que da lugar a la generación de estéril”, explicó Martínez. 

A prueba. Por ser una etapa experimental, la producción de la vendimia 2018 no será comercializada. 

Es así que luego de un estudio detallado de pendientes y curvas de nivel, se identifica un sector apto para la disposición de las escombreras y se decide conformar terrazas con destino final de remediación y disminución del impacto visual del sector. Es en estas terrazas en donde después se plantaron las vides, porque el lugar aportaba determinadas características para su desarrollo. “Nos inclinamos por vitivinicultura debido a que las condiciones climáticas nos parecieron óptimas para el buen desarrollo del cultivo. A los 1300 msnm contamos con buena insolación, amplitud térmica, adecuada cantidad de horas de luz, y por otro lado nos encontramos en un valle rodeado de montañas, por lo que la llegada de plagas es menos probable que en otras situaciones”, detalló la fuente. Ante la falta de antecedentes  sobre el caso, decidieron  plantar media hectárea de 8 variedades para su evaluación vegetativa y adaptación al Terroir. Estas variedades fueron: Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Tannat, Tempranillo, Syrah, Chardonnay, y Sauvignon Blanc.


“Nuestro objetivo es mostrar que pueden desarrollarse dos actividades consideradas por algunos críticos como opuestas, coexistiendo y valiéndose una de la otra para desarrollarse armónicamente. No debemos olvidar que las plantas deben su vida y su producción a la extracción de nutrientes del suelo, que curiosamente lo aportan los minerales.


No descartamos que, de continuar desarrollándose como hasta el momento, sigamos adelante con el objetivo de una bodega que sea autosustentable, terminando de darle un cierre a la actividad minera cuando el recurso se agote y generando así nuevos puestos de trabajo en la zona”, aportó Martínez. 

La historia 

Hace 50 años, Santos Heriberto Parodi, el fundador de Fluorita Córdoba, jamás hubiera imaginado que su empresa iba a convertirse en pionera en cuanto a remediación ambiental desde el valor agregado. En sus comienzos se dedicaba al procesamiento del mineral de Fluorita, concentrándolo por flotación hasta una pureza del 96% partiendo de mineral de base del orden del 60% de ley. Actualmente la segunda y tercera generación integran la parte activa de la empresa y quienes además apostaron a la diversificación productiva dedicándose no sólo a la extracción y concentración de fluorita al 96%, sino también la extracción, trituración y molienda ultrafina de Serpentinita (Oxido de Magnesio), y la extracción y trituración de triturados pétreos.