Fuente: Turismo Uruguay
 
Lujo, playas, arte, salidas y naturaleza convergen en Punta del Este. Reconocida internacionalmente como uno de los principales balnearios de América y el más exclusivo de la región. Se ubica en el departamento de Maldonado, a sólo una hora y media de la capital del país. Lujosas residencias de veraneo, altos edificios de apartamento frente al mar, enormes yates en el puerto, hoteles y restaurantes de lujo lo transforman en el balneario de mayor glamour de América.


No en vano, es elegida como destino de veraneo por grandes celebridades del mundo, como el diseñador Ralph Lauren, el jugador del fútbol Zinedine Zidane, el cantante de Metallica James Hetfield o la colombiana Shakira. pero a su vez también es el lugar de vacaciones de muchos personajes del jet set porteño.


La ciudad ofrece al turista una amplia oferta recreativa, que incluye sala de exposiciones, restaurantes, pubs, discotecas, tiendas de antigüedades, galerías de arte, cines, teatros y una agitada vida nocturna. La ciudad balnearia es elegida para la realización de grandes fiestas de lujo, desfiles de moda de marcas de prestigio y una amplia gama de propuestas culturales de gran dimensión como el Festival Internacional de Jazz, el Festival Internacional de Cine o exposiciones de artistas contemporáneos de renombre.


Punta del Este es también un destino natural único, con más de 20 kilómetros de costa y altas sierras que miran al mar, el balneario también ofrece encantadores rincones y paisajes para quienes llegan en busca de una tranquilidad absoluta.


El punto de encuentro de sus dos playas más famosas, Playa Mansa y Playa Brava, supone el fin del Río de la Plata y el comienzo del Océano Atlántico. El balneario creció hacia el oeste formando Punta Ballena y hacia el este creando La Barra y José Ignacio.


La diversidad de su costa y sus arenas finas y blancas la hacen un destino ideal para la realización de deportes como el surf, windsurf, jet-ski, motonáutica, vela, pesca y yachting. En tierra firme, los visitantes también encuentran escenarios privilegiados para la práctica de otros deportes como el polo, el golf, el tenis o el rugby. En síntesis, Punta del Este, es sinónimo de un sinfín de alternativas para satisfacer las necesidades de los paladares turísticos más exigentes y heterogéneos.
 

"La Mano" que emerge de la arena en plena Parada 1 de la Brava se encuentra allí desde febrero de 1982, cuando el artista chileno Mario Irrazábal llegó invitado para participar del Primer Encuentro Internacional de Escultura Moderna al Aire Libre de Punta del Este.

Playas en Punta del Este


Las playas principalmente se dividen entre La Mansa (con aguas calmas) y La Brava (con aguas agitadas), cada una de ellas a un lado de la península. Frente a la playa Mansa se encuentra la Isla Gorriti y la Isla de los Lobos. Algo más alejadas del centro de Punta del Este se encuentran otras playas como Portezuelo, Solanas, Punta Ballena, La Barra y José Ignacio.



> Lugares para visitar

Otro paseo imperdible es la visita a Casapueblo, un complejo con hermosas vistas al mar, que es hotel, museo y atelier del escultor uruguayo Carlos Páez Vilaró. Vale la pena tomarse un aperitivo viendo la puesta del sol desde allí cuando termines el recorrido del museo.


En el puerto de Punta del Este amarran durante el verano yates y veleros de diferentes nacionalidades, algunos de ellos de famosas personalidades. En los alrededores del puerto funcionan restaurantes que ofrecen pescados y mariscos. Los lobos marinos son frecuentes en el puerto para asombro de los turistas. Un paseo que puede realizarse de mañana con un cafecito de por medio o una cena para deleitarse con la propuesta gastronómica.

>> Otros paseos en Punta


Barra de Maldonado - Laguna de José Ignacio - Playa Portezuelo - El Faro - Isla Gorriti - Isla de los lobos

Avenida Gorlero


Es la principal avenida de la península, ofrece un interesante y variado paseo de compras que se complementa con bancos, casas de cambio, casinos, cines, teatros, comercios de variedades, galerías de arte, restaurantes, cafés, pubs, pizzerías, fast food, entre otros. Es el punto de encuentro preferido por los jóvenes en las tardes del verano y una visita imperdible para el turista. Lleva el nombre en honor al primer intendente del Departamento de Maldonado (en 1909 y 1913) quien fue gran propulsor de Punta del Este como ciudad turística: Juan Bautista Golero.

Laguna Garzón

 En el límite entre los departamentos de Rocha y Maldonado se sitúa la Laguna de Garzón, que forma parte de el Área de manejo de hábitats y/o especies, área protegida de Uruguay. La zona, de gran riqueza por su diversidad biológica, abarca 9.596 hectáreas de superficie terrestre y 27.332 hectáreas de superficie marina. El espejo de agua, que conforma la Laguna Garzón, representa 1.750 hectáreas.


Al igual que la Laguna de Rocha, ésta se comunica con el océano Atlántico por una barra de arena que se abre periódicamente, de forma natural o artificial por acción humana. Este proceso favorece la productividad biológica, pues es el sitio de cría de un número importante de especies de aves residentes y migratorias, peces, moluscos y crustáceos. Esto le otorga al área de la laguna un gran valor económico, ecológico y paisajístico.


El paisaje entorno a la laguna está formado por colinas, lomadas, llanuras bajas, la franja costera y una porción de la plataforma costera. En el área adyacente existen otros espejos de agua más pequeños que drenan sus aguas a la Laguna Garzón. En las lomadas costeras existen parches de matorral psamófilo, una etapa leñosa pionera en la colonización de dunas, que lleva a la fijación natural y a la formación de suelo en los campos de dunas próximos a la playa. El bosque psamófilo es una etapa posterior, más estable, que se desarrolla en lugares relativamente protegidos de los vientos dominantes. Es interesante para el avistamiento de aves, de hecho ha sido denominada como Área Importante para la Conservación de Aves, por su valor ornitológico. Es posible observar allí la gaviota cangrejera, el playerito canela, cisnes de cuello negro y el flamenco austral. También el chorlo pampa y el playero de rabadilla blanca, chorlos migratorios neárticos, especies que se reproducen en Norte América y que regularmente migran hacia al sur durante temporada no reproductora. También habitan la zona el sapito de Darwin, reptiles, guazú-birá, murciélago cola de ratón, tortuga de canaleta y en las aguas oceánicas se avistan ejemplares de ballena Franca Austral, durante la temporada de migración para la reproducción.

Casapueblo


Punta Ballena era un lugar inhóspito y hermoso cuando Carlos Paéz Vilaró (pintor y escultor uruguayo) compró ese terreno privilegiado, al precio de una caja de cigarrillos por cada metro cuadrado. En una primera etapa levantó sólo un rancho de lata, luego una casa, "La pionera" y después comenzó el proyecto, inacabado como toda obra orgánica de "Casapueblo". El Artista, al igual que Gaudí, jamás usó un plano para la construcción que cuelga de los acantilados que miran a occidente. Es sin lugar a dudas, uno de los principales atractivos de la zona. Su construcción espontánea realizada durante 36 años en esforzada labor y con sus propias manos, se considera universalmente como una "escultura habitable". Cuenta con varias salas en dirección al mar sobre los acantilados, donde permanentemente se realizan exposiciones de sus pinturas, esculturas y cerámicas.


El horario de visita se inicia con la salida del sol hasta el atardecer, Casapueblo se ha transformado en uno de los símbolos de la zona y es famosa su ceremonia de la puesta de sol, todos los viernes durante el verano, a la que concurren miles de visitantes año a año para acompañarla, disfrutando del tradicional té en el barcito de los artistas ubicado sobre las terrazas que se apoyan en él. El estilo recuerda a las construcciones mediterráneas pero el artista suele hacer referencia a la habilidad del hornero (pájaro típico del Uruguay) para hablar del tipo de construcción. "Casapueblo", que no posee una sola línea recta en su interior, evoca las construcciones moriscas y mediterráneas. Cada rincón de esta casa-museo-hotel-restaurante es un homenaje de Páez Vilaró a un ideal (el amor), a un pueblo (los negros), o a una persona (Jorge Luis Borges).