Todos poseemos características negativas en nuestra forma de ser. Por ejemplo: inseguridad emocional, impaciencia, orgullo, etc. Enfocarnos solo en ello debilita nuestra autoestima. Por eso, y sobre todo en tiempos de crisis como los que vivimos, necesitamos recordar que todos venimos al mundo con cuatro rasgos distintivos que son extremadamente valiosos. A saber: Soy libre, Soy fuerte, Soy distinto (me distingo), Soy inteligente. Te invito a analizar cada cualidad en detalle:



Soy libre


La persona que persigue un gran sueño, y acciona persistentemente para alcanzarlo, disfruta verdadera libertad.


 Soy fuerte


La persona que hace cosas extraordinarias, como muchos de nosotros, inmersa en un contexto que no es el ideal tiene una fortaleza que la sostiene. A pesar de cualquier obstáculo que deba superar.


Soy distinto del resto


La persona que vuela por encima de lo que la cultura en la que vive pretende uniformarla se distingue del resto. Piensa, siente y actúa distinto del resto porque sabe quién es y, sobre todo, que es único e irrepetible. Aunque quieran hacerle creer lo contrario: que es parte de una manada.


Soy inteligente


La persona que trata bien a los demás (no que recuerda información de memoria) es verdaderamente inteligente. Sabe que nada se logra en soledad, que nos necesitamos unos a otros para avanzar en la vida. Los logros más espectaculares siempre son y han sido en equipo. Por eso, quien maltrata a los demás no es en absoluto inteligente, aunque tenga dinero y posesiones. 



¡Sos libre, fuerte, único e inteligente! ¿Reconocés todo eso en vos? ¿Y en otros? No dejes que nada ni nadie te convenza de lo contrario. ¿Por qué a veces no logramos reconocer nuestras fortalezas, nuestros recursos? Porque escuchamos, y creemos, las voces externas que nos dicen: "No podés... no sabés... no tenés'.... Perdemos potencia y nos sentimos presionados, sobre todo, en épocas de adversidad. Entonces, es importantísimo aprender a "ver" y abrazar nuestro potencial. Todos venimos equipados con una caja de recursos para movernos y cumplir nuestro propósito en este mundo. Traemos herramientas afectivas, materiales, creativas, sociales, etc. ¿Cómo hago para reconocer mis capacidades?", preguntarás. Básicamente de estas dos formas:


a. Trayendo al presente mis victorias pasadas. Es decir, pensar: "Si ayer lo logré, hoy también lo lograré'.


b. Imaginando que mis dificultades le pertenecen a alguien más. Es decir, separándome de mis problemas y viéndolos en perspectiva para hallar una salida. Siempre hay una salida.


Cuando reconocemos nuestro tesoro interno y nos valoramos adecuadamente nos transformamos en nuestra versión ideal. Todos, aunque por un tiempo pasemos por alguna de las muchas crisis que la realidad nos presenta, somos libres, fuertes, únicos e inteligentes. Poseemos todo lo que se requiere para volver a ponernos de pie una y mil veces. Caminemos con seguridad interior, sin miedos, y soltemos siempre lo mejor de cada uno de nosotros. ¡Lo mejor está por venir!

Por: Bernardo Stamateas