La zeolita, un mineral blancuzco que abunda en Calingasta, no es parte de los contenidos de la materia Química de 5¦ año. Pero sí fue el material de estudio para aprender las características de algunos aluminosilicatos, esto es que son capaces de captar a otros metales y así evitar contaminaciones. La investigación que les insumió muchas horas de estudio -dentro y fuera de la escuela- a los alumnos del 5¦ año, orientación Ciencias Naturales, del Colegio Integral Independencia, les abrió las puertas de un mundo científico inigualable. Con su trabajo "La zeolita y la humanidad" quedaron seleccionados entre los diez mejores del país en una contienda para estudiantes secundarios que organizó el Instituto Sábato, que depende de la Universidad Nacional de General San Martín y la Comisión Nacional de Energía Atómica.

"En el colegio enseñamos ciencias, experimentando e investigando. Inclusive aplicando los conocimientos a la vida cotidiana. Es una línea educativa que adoptamos cuando nos dimos cuenta que los chicos manejan -incentivados por internet- una cantidad impresionante de información, por lo que no tenía sentido que repitieran datos, sino que incorporaran conceptos a su realidad. Esto es súper motivador", dice Graciela Kalejman, la responsable del dictado de la materia Química en el establecimiento educativo y quien literalmente encendió la mecha, incentivando a los estudiantes para que se presentasen en el concurso "Los materiales y la humanidad" por segundo año consecutivo.

De hecho, los alumnos sanjuaninos sentaron huellas en la edición 2010 de esa contienda cuando trabajaron sobre los minerales y sus aplicaciones como materiales que aportan bienestar a la vida cotidiana. En aquel trabajo descubrieron la zeolita, a la que sencillamente nombraron -junto a otros elementos inorgánicos- pero no avanzaron más en sus bondades.

Este año, invitación del Instituto Sábato de por medio, retomaron las inquietudes sobre el mineral blancuzco. Antes que nada se pusieron en contacto con un productor que tiene un yacimiento de este mineral en Calingasta para que les facilitara algunas muestras. "Quizás esto fue lo más sencillo porque la zeolita es de fácil extracción, no se necesita ni hacer explosiones ni excavaciones para obtenerla. Después estudiamos cómo hacer soluciones para experimentar las propiedades del mineral e inclusive armamos el equipamiento de laboratorio con elementos de la casa. Tardamos varios meses en tener todo listo y finalmente pudimos hacer distintas muestras para ver cómo y cuántos iones o elementos más pesados captaba", explica la profesora que dirigió el paso a paso que hicieron los alumnos Nicolás Bueno, Valentino Chiconi, Gerónimo Doncel, Gonzalo García, Juan Diego Herrero y Diego Ortiz.



En laboratorio

Finalmente lograron un escrito de casi 40 páginas con una conclusión que los llena de orgullo (ya que los resultados los corroboraron con aparatos de última generación). La zeolita es capaz de absorber y absorber al menos el zinc, cobre y plomo en soluciones acuosas, que son los elementos con los que experimentaron en el laboratorio de la escuela y a pequeña escala. De todos modos, estudiaron por los libros que esa misma capacidad de captar iones se replica en otros minerales con lo cual se convierte en fundamental para reducir la cantidad de contaminantes que hay en efluentes industriales y en definitiva disminuir el impacto contaminante en el medio ambiente.

"Las zeolitas son minerales de silicio, aluminio, sodio, hidrógeno y oxígeno, hidratados y altamente cristalinos, que desarrollan una estructura muy porosa. Por su superficie muy estructurada, garantizan una capacidad de absorción muy alta. De hecho, por el comportamiento de este mineral, tiene posibilidades de ser empleado para secuestrar iones contaminantes que hay en el agua y que repercuten no sólo en el medio ambiente sino que pueden ser tóxicos para los animales, las plantas y especialmente el hombre, como el caso de los abonos naturales por citar un ejemplo. Esto nos lleva a pensar que puede utilizarse como solución en la agricultura, para ablandar agua, como suplemento para alimentar el ganado ya que absorben más la comida en el caso de las aves", exponen los alumnos en su trabajo. Y van por más: mientras esperan los resultados del concurso, pretenden para el año que viene ampliar sus estudios haciendo aplicaciones a nivel industrial.



En competencia

Luego de haber pasado distintas selecciones -teniendo en cuenta que se presentaron en una primera instancia más de 700 trabajos de estudiantes secundarios de todo el país-, los sanjuaninos quedaron entre los 10 semifinalistas de la cuarta edición del concurso nacional. El miércoles 23 de noviembre tendrán que defender su trabajo ante un jurado de investigadores del Centro Atómico Constituyente y del Instituto Sábato para poder ganarse un puesto entre los tres mejores. Los otros competidores son las escuelas Técnicas N¦ 6 (con el proyecto "Pateando latas"), la N¦ 34 Ingeniero Enrique Martín Hermitte (con "Electrogenerador de neodimio"), la N¦ 3 María Sánchez de Thompson de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (con el proyecto "Cosechando biogas de las bacterias"), el Colegio Modelo de Lomas de Zamora (con "La era de los materiales"), la Escuela de Enseñanza Media N¦206 de Venado Tuerto, provincia de Santa Fe ("Restaurando con maíz"), la Escuela N¦ 106 "IV Brigada Aérea" de Las Heras, Mendoza ("La solución al fuego") y el proyecto del "Generador de hidrógeno" de FASTA San Vicente de Paúl - Gascón, de Mar del Plata.

Hasta allí irán los locales en búsqueda de un premio que no es material, sino un diploma de honor por el aporte científico. Esta semana también conocerán los resultados. Los chicos están ansiosos no sólo por saber si son elegidos o no, sino porque ya se ilusionan por conocer el Centro Atómico donde tiene lugar el concurso.