Por: María Inés Montes
Fotos. Federico Levato


El libro que escribió Bertha Castilla Echegaray a sus 90 años es un legado de amor para su familia, un recuerdo de madre, abuela y bisabuela . Sin la ayuda de su numerosa familia, 10 hijos, esta obra no hubiera sido posible y fueron quienes la impulsaron en cada proyecto junto a su marido Rodolfo Passeron Genoud con quien disfrutó 36 años juntos y a su hijo difunto Marcelo.


"Herencia", es el título de sus escritos donde intenta atravesar los momentos más significativos de su vida, al menos los que la identifican con la mujer que es y cómo le permitieron transitar su camino por el mundo. Con la humildad que la caracteriza acepta su humanidad en los aciertos y errores. Y, cada vez que Dios la puso a prueba con momentos dolorosos como enfermedades, fallecimientos y adversidades, ella cuenta que ofreció su vida a cambio. De fuerte convicción católica Bertie, Mami o Mamima como la llaman en su gran familia, su apoyo estuvo siempre en la fe. Además ella asevera que su gran capital hoy es gozar de una familia unida y alegre, esto la hace millonaria en afecto y amores. Esta fuerte devoción es la que llevó a Bertie adelante e hizo posible sus casi 400 páginas, lucida, muy sociable, coqueta, inteligente, cariñosa y feliz llega a un festejo inconmensurable. Con los 90 bien puestos, posee en su haber la tradición sanjuanina, una educación excelente y una obra que no solo se la reconoce por el arte culinario sino además por sus obras de caridad y solidaridad.

Bertie cuenta que escribió de puño y letra, un poco de madrugada, un poco ya desvelada, la inspiración creo que me viene de arriba y así surgió el título "Herencia'.


Comienza con un título poco común, Martín Fierro a lo Passeron, luego escribe su historia (digna de familias tradicionales sanjuaninas), las empresas, los viajes, las reuniones familiares, los avatares, milagros, obras de caridad, distinciones, costumbres y finaliza con sus recetas de cocina. Esta obra es de puño y letra, ya que ella no maneja la computadora, por lo tanto agradece en sus primeras páginas a Gali, una joven de 25 años que la ayudo a transcribir sus ideas y relatos.

Una exquisita historia


"Nunca pensé que iba a ser cocinera. Mi infancia fue muy regalona, tenía una cocinera que nos tenía vedado entrar en la cocina. Cuando me casé no sabía ni freír un huevo. Mis padres eran muy buenos anfitriones, recibían mucho a sus amigos y compromisos en casa. Desde niña yo estaba acostumbrada a ver las mesas bien servidas, comidas bien preparadas, pero hacerlas, nada, ni idea. El tiempo pasó, me enamoré y me casé.


Un día la vida me puso a prueba en cuestiones económicas, mi marido y yo tuvimos que hacerle frente a la firma, dejamos el nombre de mi padre muy en alto, como había sido en aquellos tiempos. De esta manera quedamos sin un peso. Por esto una amiga, Mabel de Quevedo, me propuso hacer una sociedad, yo cocinando y ella decorando. Nunca lo hicimos, pero me sembró la idea de cocinar. Es así como empieza mi historia con la cocina: haciendo panfletos con mi servicio y mis hijos los repartían por el barrio Residencial y Del Bono. Vinieron los encargos que preparaba los sábados y el domingo mis hijos repartían. Sin la ayuda de mi familia esto no hubiera sido posible. A raíz de esa crisis que pasamos mi marido sufrió un infarto muy grave, entonces no podía salir a trabajar , él fue un gran apoyo también ya que se encargaba de las compras. Así de a poco fui creciendo primero hice el casamiento de mi hija, luego preparé un banquete para el ministro Harguindeguy, en otra oportunidad una cena al presidente Videla, allí quedaron mis demostraciones y conocimientos culinarios. Por eso digo que es cuando me lancé a la fama. Después se me ocurrió poner un restaurante, no fue lo que yo quería . También recuerdo que puse una casa de comida en Mar del Plata, tampoco resultó".


Una vida plena


"En el año 80' el papa Juan Pablo II, lo nombró año Mariano, a raíz de esto la Liga de Madres de la Argentina, decidieron elegir 7 mujeres cuya trayectoria representara a María mujer de hoy. Ellos recurrieron a las ligas de madres de las provincias consultando a las ONG e instituciones de solidaridad. Fuí una de las elegidas, en aquel momento DIARIO DE CUYO me hizo una nota por la distinción un 30 de noviembre de 1980.


Luego pasé a dedicarme de lleno a la cocina haciendo cursos en la provincia, en el extranjero, en Buenos Aires con los mejores chefs. Cambié de lleno los best seller por los libros de cocina. En todo mi haber mi familia, mi apoyo incondicional. Tuve éxitos, fracasos, críticas, ponderaciones, pero soy muy feliz, tengo una vida plena, una familia hermosa, tuve muchas pérdidas y piedras en el camino, pero todo me fortaleció. El haber sido una niña rica, millonaria y tener que salir a buscar el pan de cada día, sirvió para saber que valíamos para algo. Pero lo esencial fue la unión y la fe, sin eso no seríamos nada", dijo.


Una luchadora


"La cocina para muchos es un escape, primero que es una salida laboral, que es muy codiciada. Mis hijas tuvieron restaurante y considero que es lo más esclavo que existe y lo más ingrato también. Los restaurantes hoy te dan plata, pero te exigen mucho, es un rubro muy difícil y competitivo. Mis comienzos fueron en el año 1976, alrededor de 30 años y todavía no termino. Hace 2 años iba al departamento de Zonda, a la iglesia por un convenio que hizo la UNSJ y la municipalidad del departamento para sacar a niñas de situaciones difíciles. Allí di cursos como ecónoma y enseñé a cocinar, además de donar los platos que preparaba para los cursos que daba. Fue una forma de hacer solidaridad, que me encanta y a su vez poder seguir enseñando. Creo que tengo un don de dar porque lo recaudado de este libro va hacer donado a 3 instituciones a Lalcec , Cordic y a Santa Gema, de la cual soy muy devota.


Quiero agradecer el apoyo del presidente de la Fundación de Sanatorio Argentino Dr. Carlos Buteler, fue quien me puso toda la logística por ser una obra de caridad. Gali otra gran ayuda una joven de 25 años que transcribió mis relatos y los pasó a la computadora ya que no se manejarla. Este libro es mi undécimo hijo porque he tardado 9 meses.


Quiero dar gracias a Dios, a la vida y a la familia que formé que hoy casi llegamos a ser 92 en total, fruto de una siembra que hicimos con mi marido. Nunca pensé que iba a vivir 90 años, nunca pensé que iba a escribir un libro ya que era muy mala en la escuela. Tuve la suerte de casarme con el amor de mi vida, un hombre extraordinario, un buen matrimonio, hijos maravillosos, con virtudes y defectos pero muy unidos . Todos los noches doy gracias, soy callejera y cultivo las amistades. Necesito alimentarme de la gente, mis amigos y mis seres queridos. Por eso los espero el lunes 26 de febrero a las 20hs. en el Club Social, para colaborar con la venta de mi libro a las instituciones que antes mencioné".