Fotos: Gentileza Fer García

¿Quién no maridó alguna vez una copa de vino con un tema musical de preferencia? Quizá muchos más de los que uno supone. Esta vez quien decidió hacerlo con la particularidad que tanto la música y los vinos son de su autoría fue Fer García. Ingeniero Agrónomo de profesión, músico por naturaleza, y hacedor de vinos por pasión, un detalle nada menor si la decisión es hacer ambas cosas.


Compartir sus pasiones hace más grata la vida de Fer, por eso es que eligió el mismo día para presentar "Flores", el segundo disco de Lado B, y envasar su vino "FG" 2021. Así fue que mientras sonaba en la plataformas, el Bonarda y el Syrah iban tomando vida adentro de cada botella, lo que lo convertía en un momento ideal para brindar con amigos que se acercaban de a poco a saludarlo en su casa de 9 de Julio.


La música está presente en su vida desde que tiene uso de razón, tanto que a los 4 o 5 años gastó un disco de Michael Jackson que su madre le hacía escuchar. "Me acuerdo perfectamente que me volaba la cabeza. Con el tiempo me acerqué a la guitarra, estudié siempre por mi cuenta, soy autodidacta, y aunque siempre estuve más cerca del tango y el rock lo primero que aprendí fue una zamba pero no era lo que yo buscaba", cuenta Fer.


Con el tiempo llegó a la electrónica, en gran medida como producto de la pandemia. Así nació "Olas" y ahora "Flores" que ya se puede escuchar en todas las plataformas musicales. "Flores es para bailar, con guitarras potentes y un bombo en negras que no para más", lo describe Fer. 


Lado B es la continuidad del primero aunque suenan bien diferentes porque la música electrónica es así. "También te da la posibilidad de trabajar solo en un estudio y de a poco ir tocando todos los instrumentos. De hecho este disco está todo tocado por mi salvo intervenciones. En Olas - el primero que salió, lo masterizó Carlos Vilaplana acá en San Juan-, que tuvo la participación del trombonista Miguel Sánchez, que lo invitamos a tocar ya con el tema armado e hizo algo increíble", indica.


El tercero ya tiene nombre - "Ahora"-, y está en plena marcha con el trabajo de masterización en Buenos Aires a cargo de Emaxx Cost, DJ y productor musical que también tuvo esa participación en el disco presentado recientemente. 


"Llegue a Emaxx por sus tutoriales, le escribí y me respondió. Encontramos un contacto muy fluido, y ahora está mezclando el tercer tema. Estoy terminando de componer otro que se llama Tito porque lo hicimos con un amigo que es bajista y se llama así", cuenta Fer quien reconoce que el proceso con este tipo de música es más rápido. 


"Antes no hubiera dicho que tengo un disco si recién voy por el tercer tema, porque ahora las cosas son distintas y los subís a las plataformas uno a uno hasta que terminas todo. Es muy original lo que sucede porque en cada uno encontrás los sonidos que son tuyos aunque, por supuesto, usas samples de otros. Lado B es la continuidad de mi primer disco porque tengo los sonidos de baterías grabadas con 20 micrófonos alrededor. Eso me permite tener de entrada 20 cosas diferentes sin ponerles procesador ni nada, mucho material para trabajar y con sonido muy bueno. Así hago mis propios samples y después los voy ubicando con los programas y todo lo que sale es muy novedoso", agrega.

  • El vino FG

Su pasión por el vino comenzó hace 11 años, momento en el que decidió elaborar gracias a un amigo que lo introdujo en esta actividad. Desde entonces conoce al dedillo dos varietales de su preferencia: un Bonarda de Caucete y un Syrah de 9 de Julio que elabora cada año en la categoría de vino casero. "Mi primer Syrah lo hice en la bodeguita de mi amigo Francis Tascheret Graffigna, que para mí fue quien me abrió la puerta a este mundo. Entendí que se podía hacer algo muy bueno en la casa . Hice un tarsa chiquito de 70 litros y nunca más dejé de elaborar. Luego pasé a un tarsa de 200 litros, a otro de 400, hasta que llegué a elaborar 3500 kilos de uva", dice desde su casa ubicada en 9 de Julio -donde además esta la bodega artesanal-.

  • Historia musical

De puro curioso y emprendedor, a los 13 años formó su primera banda musical en la que ejecutaba el bajo. "Tocábamos temas propios porque el hermano de un amigo tenía un grupo de grandes y nosotros los escuchábamos. Así comenzamos a hacer nuestros temas para no ser menos (ríe). Re agrandados, teníamos como 6 canciones que nunca grabamos", recuerda Fer.


Actualmente tiene 38 años trabaja como agrónomo en varios emprendimientos locales y a pesar de tener mucho trabajo no descuida ninguna de sus pasiones. 


"Con la música siempre esperas la devolución del otro para saber si lo que a uno le gusta tanto hacer también gusta a otros, y con el vino pasa lo mismo, siempre estás con la expectativa de saber que dice la gente. Claro que con el tiempo uno también va tomando confianza", dice el autor.


Su primer disco lo grabó en Córdoba, a los 20 cuando estudiaba Agronomía con la banda "Qué te pasa Squash", de Arroyito y fue producido por el Indio Márquez, productor de Javier Calamaro. "Ese fue un cambio que se sintió porque era gente que laburaba muy en serio, entendí que se podía, que tenía que ponerme a estudiar. En San Juan participé en Mama Perfecta que ya venía con un trayectoria muy importante".


Siempre estudió a su manera porque no se llevó bien con la enseñanza formal de la música, pero sí fue muy respetuoso de cada género. Tanto que cuando decidió dedicarse al tango no tuvo dudas en recurrir a los que sabían. "Tuve la suerte que el maestro Barrera me recibiera en su casa de Rawson. Imaginate que estar ahí con un maestro como él, con su guitarra tocando para mi, fue increíble. El me transmitió y enseñó muchísimo. En ese momento tocaba con la Melody (Melodía Leiva). Yo le pedía que me tocara tangos, lo filmaba y luego los aprendía. Fue fascinante. Entendí que no podes tocar tango si no tenés un lenguaje de teoría musical más profundo y me puse a estudiar", asegura.


Mucho tiempo estuvo dedicado sólo a la guitarra, hasta que un buen día decidió empezar a cantar. Pasó por el rock, la cumbia, el tango hasta llegar a esta instancia de música electrónica, estilo que había escuchado mucho pero le parecía lejano. "No sabía que estaba pasando con lo que escuchaba, algo parecido a lo que me pasaba antes de aprender guitarra cuando me preguntaba ¿qué está tocando'. A medida que te interiorizas, recién te das cuenta. Yo veía la electrónica como algo muy lejano porque no entendía los sonidos. Así fue que el año pasado decidí ponerme a trabajar con un programa muy simple pero completo con el que hice varias maquetas. Tuve tiempo de buscar sonidos y empecé a encontrarme con cosas que me gustaban y me quedé ahí. Después gracias a Renzo Nievas, un amigo DJ tuve que ponerme a estudiar programas nuevos".


Fer reconoce que hay dos cosas que no podría dejar de hacer: música y vinos. "Creo que me muero si no lo hago, son parte de mi vida".



Para escuchar
https://www.youtube.com/watch?v=rbMyl2-JTXk