No hay una comida más común que el arroz. Amado por algunos, odiado por otros, siempre viene bien un plato de arroz como platillo principal, como guarnición o acompañamiento. Si bien parece sencilla su preparación, seguramente comentes algunos errores sin darte cuenta. Para que eso no suceda repasamos algunas sugerencias a tener en cuenta para que tu arroz sea el mejor que hayas probado en la vida.

Lee las instrucciones, por algo están ahí

Es importante tener en cuenta que cada tipo de arroz tiene su forma de cocción particular, sea en cantidad de agua, en medidas e incluso tiempo, por lo que leer las instrucciones es importante para sacar mejor provecho del alimento.

Calma la ansiedad

Al menos que estés haciendo risotto, lo mejor es no interrumpir la cocción, ya que el vapor y el calor escapan llevando a que el arroz tenga una textura más blanda, casi como una pasta. Cocina el tiempo recomendado por las instrucciones o puedes ir probando hasta conseguir el punto deseado a tu gusto, pero no cada un minuto.

¿Con o sin tapa?

Puede ser una de las primeras dudas al cocinar arroz, pero todo dependerá del tipo de platillo que desees preparar. Por ejemplo, si se trata de un arroz seco olvida la tapa, pero si quieres que tenga una textura más blanda, es mejor cocinarlo tapado.

No lo marees tanto

Al menos que busques una preparación pastosa y blanda, lo mejor es evitar remover el arroz, ya que al hacerlo suelta almidón.

Descubre todas las variedades

Ten en cuenta que a cada preparación le corresponde una variedad diferente de arroz. Si bien hay alrededor de 10.000 variedades en el mundo, las más comunes que se encuentran en las tiendas son el salvaje, grano largo, redondo, rojo, vaporizado, basmati, arborio, integral y venere. Algunos son más aptos para preparaciones más caldosas, otros para platillos más secos. Por ejemplo, el arroz para el sushi no es el mismo que el que se utiliza en la paella. Si quieres lucirte en la cocina, tomate un tiempo e indaga sobre las diferentes variedades, puedes llegar a sorprenderte.

No olvides condimentarlo

El arroz se caracteriza por absorber el agua en el que es hervido, por lo que si lo condimentas al momento de la cocción podrás potenciar su sabor. No solo sal, sino especias e incluso verduras o algún corte de carne vacuna o pollo mientras se hierve son excelentes aliados, según el platillo que estés armando.

Ojo con el agua

Los extremos no son buenos. En el caso del arroz sucede lo mismo. Si agregas abundante agua, la preparación quedará blanda y húmeda, tipo papilla o incluso sopa, y quizás no sea la textura que estas buscando.

Por el contrario, si agregas poca cantidad de agua, el arroz podría quemarse, pegarse o secarse, logrando porciones difíciles de comer, tipo “masacote”. Nuevamente, para evitar esto, es importante leer las instrucciones, donde detalla la cantidad de agua por porciones, aunque por lo general son dos porciones de agua por una de arroz.

Cuidado con hacer arroz para todo el barrio

Es común creer que será poco y agregar un poquito más, por las dudas. El problema cuando quieres acordar es que cocinaste arroz para toda la semana porque te pasaste en las cantidades. Y si, ese poco más “por las dudas” fue innecesario.

Para no cometer errores la forma más simple de calcularlo es una taza para dos comensales. Si cocinas arroz para una sola persona, con media taza será suficiente, si quieres que sobre agrega un poco más, pero no te pases. La mejor forma de obtener el cálculo perfecto es ir probando y cocinando.