Todos los años, los funcionarios de la Casa de San Juan en Buenos Aires y la Asociación Sarmientina -un grupo de sanjuaninos nostálgicos en su mayoría ex-alumnos de la Escuela Normal radicados en Capital Federal que de a poco fueron sumando a porteños en su fervor hacia el prócer local- le rinden un homenaje a Domingo Faustino Sarmiento con motivo de su nacimiento, el 15 de febrero de 1811. Días pasados se llevó a cabo este acto en el que también quisieron estar presentes las integrantes de la Asociación de Rosicultura de Buenos Aires que ofrecieron una ofrenda de laureles y pimpollos de rosas amarillos y blancos como testimonio de su valoración al "Gran Maestro".

"Sarmiento era un defensor de la naturaleza, del arbolado y de las flores. Por ejemplo, cuando vivió en el edificio que hoy es la Casa de San Juan en Buenos Aires, él mismo cuidaba el jardín. Es más hay un archivo maravilloso de cartas dónde así como pueden leerse los temas más jugosos de la política y el quehacer del país, también le pregunta a su amigo tucumano si le han brotado las semillas que le envió o le comenta cómo ha crecido el limonero. Esto demuestra como estos temas que pueden parecer triviales también eran parte de sus preocupaciones", cuenta a 1200 kilómetros de distancia, Nilda Ferreyra con un doble compromiso en el evento, tanto como vicedirectora de la Casa de San Juan en Buenos Aires y como miembro de la Asociación Sarmientina.

El acto de homenaje tuvo como escenario el Rosedal de Palermo, dónde justamente hay un monumento de Sarmiento realizado por Peynot. En la oportunidad hablaron la escritora Mónica Ottino (autora de "Eva y Victoria" y de una investigación próxima a salir sobre el sanjuanino), además de la diputada nacional Margarita Ferrá de Bartol. Luego de las palabras, los abanderados y escoltas del Colegio Militar de la Nación, cadetes de la Escuela Naval Militar de la Nación -ambas instituciones creadas a instancias de Sarmiento- y alumnos becados por la Asociación Conciencia, con autoridades y representantes institucionales, colocaron la ofrenda floral.

"Sarmiento tuvo participación en muchos espacios de distintas ciudades de distintos países, pero especialmente en Buenos Aires tuvo sus propios escenarios, como el Tigre e inclusive Palermo, ya que fue el promotor del Parque Tres de Febrero dónde está el Rosedal o los Bosques de Palermo, tal como se conoce a este lugar. Lo que intentamos estas instituciones es revalorizar los lugares dónde Sarmiento dejó su marca en la naturaleza", asegura Ferreyra.