Fotos: Gentileza Marcelo Pickenhayn (CCU)


Pensar en un viaje de estudios que sea realmente para acaparar la mayor cantidad de información posible, conocer la geografía, historia, actividad productiva, biodiversidad del lugar, entre tantas otros conocimientos, para muchos, parece un sueño. Afortunadamente no lo es. Es una realidad que se puede lograr siempre que haya un equipo de docentes, directivos y alumnos tan motivados que decidan hacerlo. Si a esto se suma que además de este cúmulo de información y formación, pesan otros valores como la "solidaridad", el efecto para toda la vida de esas personas se multiplica positivamente por cientos. Así lo concibió un grupo de profesores del Colegio Central Universitario (CCU) dependiente de la Universidad Nacional de San Juan que por segundo año consecutivo realizaron esta experiencia única en lugares y comunidades del Noroeste Argentino (NOA) con alumnos de cuarto año de la entidad. El viaje, en esta oportunidad, comenzó el 9 y culminó el 17 de agosto último recorriendo Salta, Tucumán y Jujuy. Fue en esta última provincia donde llevaron 21 cajas con útiles escolares, libros, juguetes y otros productos a los chicos de la Escuela Nacional Nro17 de la localidad El Volcán, un establecimiento de 135 chicos que no tienen acceso a muchas vías de comunicación y menos aún a nuevas tecnologías.


Todo surgió en una clase de Geografía en la que se hablaba de migraciones, la docente consultó a los alumnos si estuviera en sus manos irse de la Argentina, quiénes lo harían. El resultado fue "doloroso y alarmante", los 30 de la clase levantaron la mano. Así junto con otros profes empezaron a indagar el motivo por el cual querían irse, y el primero que surgió fue la falta de conocimiento de todo lo que había en Argentina. Esto impulsó la necesidad de crear un interés y curiosidad por el país, de viajar para aprender de él en cada lugar, en cada pedazo de su tierra. El próximo paso fue señalar un destino, y el elegido fue el NOA porque reunía una variedad muy importante de actividades productivas, de extrema pobreza y por otro lado riqueza; a esto se sumaba la diversidad de paisajes que van desde la selva hasta la puna, desde las montañas hasta los valles, entre muchas otras cosas más.


Gabriela Chiappo, docente de Geografía, cuenta que "logramos ponerlo en práctica de manera exitosa incluyendo conceptos y temas vinculados a la Historia, a la Geografía, a la Biología, y muchas otras más. Visitamos museos, hicimos caminatas por la yunga salteña, parques nacionales, ingenio azucarero, Casa Histórica de Tucumán, entre muchas cosas más como una peña para vivir de cerca el folklore del lugar. El proyecto es muy variado e intenso ya que en nueve días tratamos de hacer todo.


El itinerario comprendió Tucumán, Salta, Jujuy hasta Quebrada de Humahuaca, luego vuelta a Salta para hacer gran tramo de la Ruta 40, Cafayate y otros paisajes".


Viajaron cinco docentes con 55 alumnos (de los 180 que cursan cuarto año en todas las divisiones), que tuvieron que esforzarse para ganar un lugar. La idea primaria es que quien viaje lo haga a conciencia y sabiendo cuáles son los objetivos.


Por esa razón es que a comienzo de año se hace una invitación para conocer quienes realmente quieren participar, luego llegan las reuniones semanales de carácter obligatorio a las salida de clases del día miércoles para hablar del tema.


En este espacio conocen el proyecto, realizan actividades semanales que de alguna manera sirven de decantador natural ya que los interesados son los que van trabajando en la propuesta y haciendo lo necesario para participar y seguir en carrera.


"Con esto además se logra que vayan con un conocimiento previo y las visitas sean más enriquecedoras. Otro de los objetivos del proyecto es que vaya quien realmente tenga ganas de ir, es decir que si un chico no puede pagarlo se lo ayuda para que lo haga. Se hacen rifas, ventas de pollo, feria de platos, entre otras. Tenemos mucho orgullo en decir que los padres han comentado que cerca del 80 por ciento del viaje se ha pagado con el esfuerzo del trabajo de sus hijos. Eso nos pone muy contentos porque sabemos que le estamos dando otras herramientas a los chicos que las valoran y mucho", explica Gabriela.


El colegio a través de la Fundación de la UNSJ también hace su aporte con becas para los alumnos que no llegan a pagar la totalidad de las cuotas, como así también el aporte del colectivo.


Los docentes que llevan adelante la propuesta y dirigieron el viaje fueron: Claudia Alcayaga y Gabriela Chiapo de Geografía; Ana Rampinini de Biología; Marcela Robins de Letras y vicedirectora del CCU, y Marcelo Pickeinhayn de biblioteca y parte técnica, quien tuvo a su cargo fotos, filmaciones y registros del viaje.


Solidaridad


Las acciones solidarias del CCU ya son conocidas en muchos lugares ya que también cuenta con un proyecto denominado CAS - Creando Acciones Solidarias-. Se trata de una experiencia de educación popular, basada en los principios de la propuesta pedagógica de "Aprendizaje Servicio", llevada a cabo desde el año 1994. El objetivo fundamental es generar aprendizajes en conjunto, creando acciones de extensión educativa. En este marco el viaje también contó con su lado solidario para lo cual trabajó toda la escuela recolectando cosas para ayudar a chicos de una entidad rural ya que el año anterior la ayuda llegó a manos de Fundación Conin del NOA.


"Fue una experiencia maravillosa para los chicos. Buscamos una escuelita a través de internet que estuviera en la zona de la Quebrada de Humahuaca pero no específicamente ahí porque son muy visitadas por el turismo. Así elegimos la escuela Nro 17, 25 de Mayo, del Volcán, que no tenía teléfono, ni ningún medio de comunicación lo que nos indicaba que necesitaba ayuda. Luego, indagando un poco más nos dimos cuenta que habíamos elegido bien. La escuela a la que asisten 135 chicos está ubicada apenas se inicia la Quebrada y es una población que cada tanto es arrasada por el barro debido a las lluvias, a la actividad minera y a la deforestación. En el 2012 sufrieron mucho esas consecuencias y en enero del año pasado casi el 80 por ciento de la población quedó fue afectada por el lodo", dice la profesora.


En total llevaron 21 cajas con regalos, juguetes, libros, útiles escolares, mochilas, entre otros efectos necesarios para los chiquitos del lugar con quienes además compartieron un tiempo de canto y baile.


Próximamente se hará una muestra con fotografías, videos, objetos y trabajos que realizan los chicos como corolario de esta experiencia educativa. Además para no dejar afuera a los que no fueron por diferentes motivos se los hace participar a través de la web del colegio donde se publican las actividades, esto sin contar que las integrativas de fin de año también abarcan parte de lo conocido y vivido en las diferentes materias.


Los padres tampoco quedaron afuera del proyecto ya que las nuevas tecnologías y las redes sociales les permitió tener participación en cada actividad realizada en el NOA.


En estos dos años esta actividad ya se ha institucionalizado en el CCU por lo que año a año el desafío de conocer irá en aumento con el fin de valorar y vivir la argentinidad.