El aire acondicionado dejó de ser un lujo para convertirse en un elemento de gran necesidad por las altas temperaturas que se registran en los veranos sanjuaninos. Este artefacto es cada vez más importante en los lugares de trabajo como en los hogares.

El aire acondicionado consiste en el proceso de tratamiento que controla, en cualquier tipo de inmueble, la temperatura, la humedad o la limpieza del aire.

Los equipos actuales permiten controlar la temperatura en cualquier estación del año, de manera que si se controla la temperatura máxima se trata de un acondicionamiento de verano o refrigeración, mientras que si sólo controla la temperatura mínima se habla de acondicionamiento de invierno o calefacción.

Pero, además, estos equipos también optimizan la humedad relativa, es decir, la relación existente entre la cantidad de agua que contiene el aire, a determinada temperatura, y la que podría contener si estuviera saturado de humedad. Esto se realiza para evitar el resecamiento que se produce en las mucosas de las vías respiratorias cuando la humedad del aire es muy baja.

El aire acondicionado también proporciona la limpieza del aire, aumentando la calidad de éste mediante la eliminación de algunos elementos como el polvo.

Los equipos tipo portátil reúnen muchas de las prestaciones de los equipos fijos y entre sus principales cualidades destacan la ausencia de instalación y la posibilidad de desplazar el aparato de una estancia a otra.


Cómo mantenerlos


En los split se debe mantener limpia la unidad exterior, examinando con frecuencia los paneles de ventilación exterior, ya que si se obstruyen, reducen la eficiencia de funcionamiento y provocan un consumo de energía más alto.

Limpiar la rejilla, tapa y mando a distancia con el equipo apagado, usando un paño seco y suave. Nunca utilizar agua de más de 40¦ C o sustancias volátiles, ya que provocan deformaciones y dañan las superficies del aire acondicionado.

Mantener limpios los filtros de aire que se encuentran detrás de la rejilla frontal: cada una o dos semanas retirarlos, siempre con el equipo desconectado. Limpiarlos con agua tibia y jabón o con un aspirador. Si la suciedad es persistente, lavar con una solución detergente en agua templada. Dejar secar el filtro a la sombra.

Sustituir los filtros cada dos años, aproximadamente. Si no se va a utilizar el acondicionador por una largo período, es necesario activar el aparato en modo ventilación durante 2 o 3 horas para secar los mecanismos internos. luego apagar el interruptor del circuito y desconectar el enchufe. Al volver a utilizarlo, limpiar el filtro y verificar que las salidas no estén obstruidas.


Diferentes tipos


Modelo compacto: Son los modelos clásicos, más conocidos. Su gran ventaja es el costo, son más económicos. El inconveniente es que ocupa más espacio y para su instalación es necesario colocarlos en una pared que dé al exterior y realizar un orificio del tamaño del equipo para su instalación. además debemos tener en cuenta que debe ir separado a una distancia mínima de 50 cm de otra pared cercana. Son más ruidosos ya que tienen incorporado el compresor, aunque los modelos más recientes tratan de reducir el nivel de ruido. La mayoría viene con el chasis desmontable, lo que simplifica la tarea del service y permite colocarlos más alto.

Modelo split: Están formados por una unidad interna, ubicada dentro de los ambientes y otra unidad que se ubica en el exterior. Aunque son más caros, se caracterizan por su gran potencia y por ser muy silenciosos. Se operan sencillamente, algunos a control remoto y ofrecen gran funciones para su programación.

Ocupan poco espacio y pueden ubicarse en cualquier parte de la pared o techo, siempre que estén a más de 50 cm del suelo y conectados a una salida exterior, para la cual se debe realizar un orificio en la pared de 10 cm por donde pasará el cableado eléctrico.