Si hay un lugar en la casa en la que se realizan mucha actividades es, sin lugar a dudas, la cocina. Desde los deberes de los chicos, la preparación de los alimentos, el momento familiar para ver tele o charlar, actividades manuales, o lo que fuere, es un centro de reunión. Por este motivo es que la distribución de los muebles, el orden de los utensilios, los electrodomésticos deben estar perfectamente pensados.

Cada cosa debe estar en su lugar para poder transitar libremente y sin obstáculos.

Si se trata de una cocina pequeña, la mesada, cocina, freezer deben estar ubicados en la misma línea apara lograr que se vea prolijo y además tener todo a mano.

Los muebles bajo mesadas, las estanterías son una solución porque actualmente vienen modernos y con tantas variantes como uno imagine. Con y sin puertas con decenas de espacios para almacenar en diseños modernos y atractivos.

Siempre es ideal tener una mesa redonda porque congrega y resulta cómoda, pero si el espacio es reducido no queda otra alternativa que elegir una rebatible para agrandarla cuando sea necesario.

Las sillas deben ser cómodas y de material resistente por su uso, pero no muy grandes para que no ocupen todo el espacio.

Espacios definidos

Para lograr una cocina funcional hay que pensar en ubicar las cosas facilitando la movilidad, como por ejemplo el lavavajillas cerca de la bacha, y siempre tener en cuenta que las cosas estén al menos medio metro lejos del fuego de la cocina.

Los tipos de cocina más frecuentes son: el lineal, en paralelo, en forma de +L+, en forma de +U+, con isla y con península. El primero de ellos está recomendado para habitaciones angostas en las que hay que aprovechar cada centímetro. Su principal inconveniente reside en que los paseos pueden hacerse muy largos y tediosos.

La disposición en paralelo es muy elegida por muchos profesionales porque evita desplazamientos innecesarios. En este caso siempre hay que recordar que se debe dejar al menos 1,20 m. de separación para que los muebles enfrentados puedan abrirse sin problemas.

La forma en "L" es muy conocida por la facilidad de adaptación que tiene al dejar un espacio abierto en el que se pueden situar mesas y sillas. Además se eliminan zonas de paso, maximiza el aprovechamiento del espacio y reduce la distancia a recorrer.

La cocina en "U" es la indicada para las habitaciones rectangulares y amplias. Aprovechando tres de sus paredes se construye un gran espacio con una división clara entre las distintas zonas pero comunicadas entre sí. La capacidad de almacenaje es elevada al facilitar la colocación de numerosos muebles a lo largo de la "U".

Una buena opción -siempre que haya espacio- es agregar una isla que no es otra cosa que un lugar independiente del resto. Facilita la comunicación entre quien está cocinando y los comensales, se puede albergar un área de trabajo en armonía con el resto de elementos y es la alternativa con mejor resultado desde el punto de vista estético.

Una variante es la conocida como península. En este caso la zona mantiene la conexión con el resto de la cocina y resulta accesible desde sus dos caras, por lo que añade una nueva zona de almacenaje, ideal para aquellos que necesiten un rincón extra en el que guardar los utensilios del día.

Múltiples opciones para tener la cocina soñada.