Una de las grandes preocupaciones para el bolsillo durante el verano es el gasto en electricidad, sobre todo por el uso del aire acondicionado. Pero la buena noticia es que si se toman algunos recaudos es posible ahorrar hasta un 30 por ciento en la factura de la luz, si se controla su uso y su correcto mantenimiento. Una de las claves es fijar la temperatura de refrigeración entre 24º y 25º C.
Esto también favorece el cuidado del medio ambiente teniendo en cuenta que la excesiva demanda de energía eléctrica y los problemas que ocasiona en las redes eléctricas.
Por todo eso es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
* A la hora de comprar un aire, lo ideal es asesorarse por profesionales instaladores respecto del tipo de equipamiento y potencia que mejor responda a las necesidades, dependiendo de las características de las habitaciones a climatizar.
* Fijar la temperatura de refrigeración. La adaptación del cuerpo a las condiciones climáticas del verano y el hecho de llevar menos ropa y más ligera, hacen que una temperatura de 24º o 25ºC en esta época sea más que suficiente para sentirse cómodo en el interior de una vivienda o local. Por cada grado menos de temperatura, el consumo energético aumenta entre un 6% y un 8%.
* En cualquier caso, una diferencia de temperatura con el exterior superior a 12ºC no es saludable. La mayoría de los resfríos que se acusan al aire acondicionado se deben, o bien a que se utilizan temperaturas demasiado bajas, o a un diseño defectuoso en el sistema de distribución de aire frío. La temperatura de salida del aire debe estar entre 10 y 15º C, por lo que las lamas de la rejilla deben orientarse de forma que el aire se difunda por todo el ambiente y no directamente sobre los ocupantes.
* Al encender el aparato de aire acondicionado, no ajustar el termostato a una temperatura más baja de lo normal: no enfriará la casa más rápido y podría resultar excesivo y, por tanto, un gasto innecesario.
* Desconectar el equipo cuando no haya nadie en casa, pocos minutos son suficientes para obtener la temperatura deseada.
* Instalar toldos, cerrar persianas y correr cortinas son sistemas eficaces para reducir el calentamiento de la vivienda.
* En el aire acondicionado se pueden conseguir ahorros de energía superiores al 30 por ciento instalando toldos en las ventanas y acristalamientos donde más da el Sol, evitando la entrada de aire caliente en el interior de la vivienda y aislando adecuadamente muros y techos.
* Ventilar la casa cuando el aire de la calle sea más fresco (primeras horas de la mañana y durante la noche).
* Un ventilador, preferentemente de techo, puede ser suficiente para mantener un adecuado confort. El movimiento de aire produce una sensación de descenso de la temperatura entre 3 y 5º C y su consumo de electricidad es muy bajo.
* Es importante colocar las unidades condensadoras (unidades exteriores) de tal modo que les dé el Sol lo menos posible y haya una buena circulación de aire. En el caso de que las unidades condensadoras estén en el techo, es conveniente cubrirlas con un sistema de sombra.
* Es conveniente una revisión periódica de los equipos de aire acondicionado. Si nota que el equipo empieza a proporcionar menos frío puede ser síntoma de una avería o una fuga de refrigerante.
* Limpiar el filtro del equipo de aire acondicionado periódicamente.
* Los colores claros en techos y paredes exteriores reflejan la radiación solar y, por tanto, evitan el calentamiento de los espacios interiores.
