Las cortinas son un elemento fundamental para la decoración de cualquier ambiente, así es que vale la pena pensar en renovarlas cada tanto. En este caso hay que tener en cuenta unos cuantos detalles para no equivocarse en la compra, en la elección de la tela y otros detalles anexos que son también necesarios para una buena colocación.

* En primer lugar hay que medir el barral o carril donde se van a colocar las cortinas. Este debe sobrepasar la medida del ancho de la ventana por ambos lados. Además importante decidir si el barral se va a colocar sobre la pared o en el techo. Se recomienda tomar las medidas con un metro metálico rígido, ya que es más fiable que las cintas métricas.

En esta variente hay diferentes tipos: de madera, metálicos, hierro negro. La sujeción a éstos se hace por medio de argollas ganchos o presillas sujetos a la cortina. La terminación superior de la cortina puede ser fruncida, plana, con o sin tablas.

* Para el género hay que tener en cuenta si van a usar anillas o no y del largo final de la cortina. En cada caso hay que tener en cuenta ciertas recomendaciones.

* El ancho de la cortina dependerá del uso de barral o carril:

En barral, medir el ancho de la barra sin topes. En carril, medir el ancho total del carril de lado a lado. Añadir a estas medidas, si fuera necesario la distancia del carril hasta la pared.

* Para el largo de la cortina hay que hacer la misma distinción: Con barra, medir desde la anilla hasta la medida deseada de cortina. Con carril, medir desde el punto más alto del carril hasta la medida deseada de cortina.

En ambos casos hay que tener en cuenta los espacios de costuras.

* Las cortinas de dos paños, generalmente son las más clásicas. Pueden hacerse con o sin frunce. Llevan mucha más cantidad de género que una de tipo romana. Las más elegantes se confeccionan con telas pesadas como el shantung, tafeta o seda natural. Para las casas de estilo moderno es muy común ver cortinas de dos paños de gasa de pañal o de organza. Son muy transparentes y etéreas, dejan pasar la luz en casi su totalidad. Son recomendables para ambientes chicos que necesitan tener profundidad hacia el exterior. En todos los casos, siempre es mejor que el ruedo toque el piso y arrastre unos centímetros, y no que dejen un espacio entre éste y el suelo. Pueden colocarse en cualquier tipo de ventana.

* Las cortinas de rieles son las mejores aliadas cuando no hay un tramo corto entre ventana y techo. Compuestas de un riel y guías, de donde se sujeta la cortina mediante ganchos, el sistema permite correrlas por un sistema de cuerdas que permiten abrirlas y cerrarlas. En cuanto a los rieles hay plásticos (para cortinas más livianas) o metálicos (de mayor duración).

* Las cortinas romanas son planas y cualquier género se puede adaptar sin problemas. Se sujeta a un barral por medio de un velcro. Para abrirlas se pliegan en forma vertical. Para esto cada 25 a 30 cm lleva una varilla que es la que permite que se formen los pliegues. Hay que tener en cuenta que en este sistema desde la terminación de la ventana hasta al techo debe haber 25 cm aproximadamente.

* Paneles orientales: Este tipo de cortina es medio parecida a las de rieles. Compuestas por una guía donde se deslizan y están moduladas con una varilla de contrapeso en la parte inferior. En estas también cualquier género es válido.

* Las cintas son utilizadas en espacios modernos, consiste en cortina americana pero en vertical. Estas tiras ya vienen confeccionadas, y no se pueden hacer en cualquier género como en el caso de las rollers.

* Tensores. Están compuestas por tensores (cables de acero tensados) a los que se adosa la cortina mediante pinzas. Con este sistema se ocupa poco espacio y se adapta a ventanas difíciles son muy livianos a la vista.

La manera más usada para fijar los tensores son los soportes metálicos con velcro. Se aconseja aplicar este sistema en cortinas livianas.

* Otro detalle que hay que tener en cuenta es qué tipo de cortina se adapta mejor a las necesidades de cada uno:

– Si es para tapar o disminuir el paso de la luz.

– Si es para dar más privacidad, si es sólo para uso decorativo, para realzar una vista exterior dando marco a la ventana o para disimular un defecto en la pared una columna o darle mayor importancia a una ventana que no sea tan grande.

* También el género debe ser el adecuado para reducir la luz o sólo filtrarla. Generalmente cualquier textil es bueno para una cortina, excepto los demasiado rígidos.

* Una opción ideal es combinar cortinas pesadas con livianas. La unión de las dos nos da un total dominio del paso de luz. Para una cortina liviana lo ideal es utilizar algún algodón, lino, gasa o lienzo con la variedad que esos géneros trae en color y estampados.

* Para calcular la cantidad de tela es necesario tomar el ancho de la ventana y sumar entre 30 a 40 cm, (que es el margen que queda a cada lado aproximadamente). Y el largo de cortina que se pretende más 60 cm (30 cm de dobladillo y lo mismo de terminación superior). Esto se multiplica por 2.50 o 3.50 (según el fruncido). Luego dividir el resultado por el ancho de la tela que se usa (si viene de 1.40 o 1.80 que son algunas de las medidas estándar de géneros para cortina) y se tienen la cantidad de paños.