La mayoría de las lesiones ocurridas en accidentes de tránsito con niños podrían evitarse si fueran sentados en los asientos traseros, utilizando el cinturón de seguridad y el asiento infantil apropiados para su estatura y peso. Cuando un chico tiene menos de un año de edad o pesa menos de 10 kilos debe usarse un asiento especial porta-bebés, colocándolo en sentido contrario al de marcha. Esto se debe a que en un impacto frontal el débil cuello del niño no soportaría la fuerza con que la cabeza se desplaza hacia adelante.