Sólo se trata de controlar la respiración para sentirse mejor. Así de sencillo, así de importante. Eso es lo que en esencia propone la Fundación "El arte de vivir", una entidad que funciona en el mundo y que desde hace un tiempo ya tiene su sede en San Juan. Su objetivo primordial es que la gente viva mejor y sin stress.

Para lograr su cometido en forma voluntaria y gratuita (solamente piden una contribución, en la que cada uno estipula el monto que quiere o puede dar y con el dinero se va actualizando el material de música y reflexión que acompaña cada reunión) se realizan dos veces por semana encuentros de meditación, relajación y respiración. Pero atención: esos encuentros no sólo sirven para mejorar la calidad de vida personal, sino que son la excusa perfecta para hacer solidaridad con otros. De hecho, todos los martes y miércoles -los días prefijados para llevar adelante estas actividades- reciben donaciones para el Hogar de Ancianos y el Hospital de Niños. Son campañas permanentes, según explica Verónica Nieto, (la coordinadora de estos encuentros) no tienen fecha de vencimiento, sino que la idea es ir entregando los elementos reunidos a medida que la gente los lleve. Básicamente juntan ropa de cama, piyamas y camisones, revistas, pañales para adultos, ropa interior, frazadas y juegos de mesa para los abuelitos, mientras que para los niños piden cosas similares.

"Entendemos que las necesidades son siempre, no aparecen para una fecha especial. Es por eso que nos hemos propuesto ir entregando cada tanto, nuestras donaciones. Elegimos para ello los dos extremos de la vida: los más pequeños y los ancianos porque generalmente son quienes más desprovistos de ayuda están. Así como fomentamos en la entidad la solidaridad también entendemos que si uno no está bien con uno mismo, tampoco puede estarlo con el otro. Por eso, tratamos de enseñarle y enseñarnos técnicas para sentirse mejor, para fortalecer la salud y para estar más tranquilos. Esto no quiere decir que uno va a dejar de enojarse, al contrario, quiere significar que le va a dar la importancia justa a ese enojo. Eso se logra estando estabilizado, energizado y respirando, sencillamente", explica acerca de la propuesta, cuya intención es hacer una actividad de técnica compartida pero que luego cada persona puede repetir cada vez que lo necesite.

Los encuentros además de ser gratuitos y de no estar vinculados a ningún tipo de organización religiosa, están abiertos a personas de todas las edades. Tienen una duración de una hora y según confiesa Verónica, es un espacio para encontrarse con uno mismo y con sus posibilidades de dar.