Gerry Rice. El vocero del FMI dijo que el ministro Lacunza viajará a Washington a fin de mes.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo ayer que mantiene un "firme compromiso con el país". Durante la conferencia de prensa habitual de los jueves, el vocero del FMI Gerry Rice ratificó el apoyo del organismo al país.

No obstante, el portavoz se mostró molesto por consultas de la prensa sobre la responsabilidad del organismo en la crisis argentina y negó que el FMI haya violado sus reglas, como sostuvo Alberto Fernández. El candidato presidencial opositor acusó al FMI de violar sus propias reglas al permitirle al Banco Central intervenir en el mercado cambiario para acotar la volatilidad del dólar.

"Puedo decir definitivamente que este no es el caso", dijo Rice. "El objetivo del FMI ha sido tratar de ayudar a las autoridades a estabilizar la difícil situación y permitir un retorno de la confianza que allane el camino para el crecimiento en el futuro. Esa es nuestra prioridad", afirmó.

Asimismo, se expresó acerca de la visita oficial argentina que encabezará el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, "a fin de mes", para tratar el último desembolso del programa argentino por 5.400 millones de dólares. "No tengo el detalle de la agenda, pero imagino que se reunirá con Alejandro Werner, director de nuestro departamento del Hemisferio Occidental", añadió.

Rice subrayó que luego del apoyo del FMI, Argentina "logró reducir el déficit". Se refirió al "nuevo shock de confianza" que enfrentó el país tras las elecciones primarias y a las nuevas medidas para estabilizar el tipo de cambio, si bien evitó dar precisiones sobre la llegada del desembolso de 5.400 millones de dólares correspondientes a la cuota trimestral de septiembre. "Se va a evaluar la situación presente y los próximos pasos, las deliberaciones continúan. Reconocemos que la situación del mercado es muy compleja y hay incertidumbre respecto al futuro", indicó Gerry Rice, al afirmar que "nuestro compromiso sigue siendo fuerte con la Argentina".

Por otro lado, la Sala III de la Cámara Contencioso Administrativo Federal hizo lugar al pedido de amparo impulsado por un grupo de abogados y de organismos sociales que consideran que el proceso de toma del crédito del FMI debería anularse por groseros errores administrativos.