El Plan C de Melconian. El expresidente del Banco Nación conversó con Macri durante 40 minutos para hablar del plan que se anunciará el lunes con la misma receta que ya había elaborado el economista: suba de retenciones+devaluación.


Volver aplicar retenciones a todas las exportaciones agropecuarias para dar una fuerte señal a los mercados que el Gobierno contará con los recursos necesarios para el pago de la deuda es el eje del plan económico que anunciará este lunes el Gobierno.

Ayer, continuaban las reuniones a toda máquina para definir las medidas que, según anticipa la prensa nacional, contempla un aumento de las retenciones para la soja, la vuelta de su aplicación para el trigo, el maíz y el girasol, y la obligatoriedad de que lo vendido se liquide en el país y en el plazo de un año.

Según fuentes oficiales, el plan iría más allá de gravar sólo las exportaciones del campo. Analizan incluir también a sectores como la industria, la energía -sus exportaciones en el año aumentaron 91,6%-, minería, entre otros.

Las fuentes aseguran que todas las medidas citadas líneas arriba "tienen un alto consenso" con el PJ no kirchnerista, porque es el Gobierno nacional el que se carga el costo del ajuste, y reconocen que si bien esto "no está en el ADN del PRO; es dar un paso atrás" con la rebaja de impuesto, que había prometido y ejecutado el presidente Mauricio Macri cuando comenzó su mandato, cuando "la situación del país y del mundo era otra".

Por la presión de los gobernadores y del peronismo, las principales medidas económicas que se evalúan apuntan al ingreso de las arcas para equilibrar parte del déficit. Por eso, se asegura que se reestablecerán las retenciones a las exportaciones del campo y de otros sectores, como la minería, y que se suspenderá el esquema de rebajas en algunos impuestos. Esto no sólo equivaldría a posponer la reforma tributaria acordada en diciembre pasado, sino también un costo político importante.

Lo que está en estudio es elevar las retenciones 10 puntos porcentuales para los principales cuatro cultivos, por lo que que el girasol, el trigo y el maíz, pasarían a tributar el 10%, y la soja que está en 26 pasaría a 36%.

Pero además las exportadoras deberán liquidar en el país, y en el término de un año, los dólares que les ingresen, dando marcha atrás con una medida de total liberalidad que había dispuesto el anterior presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger.

"Sabemos lo que es dar marcha atrás con los dichos de Macri, que dijo que ningún país del mundo le pone retenciones a las exportaciones, pero también sabemos que en ningún país del mundo su moneda se devalúa 30% en una semana", deslizó un funcionario macrista.

El economista Luciano Cohan, socio del estudio Elypsis y hasta hace poco miembro del equipo económico, tuiteó que una alícuota de tan solo el 5% a las retenciones de todos los productos recaudaría entre U$S 3.500 millones y U$S 4.000 millones en 2019. ¿Qué significa? Dujovne tendría casi dos terceras partes del financiamiento del déficit fiscal asegurado. Tema no menor en un momento donde se le cerraron los mercados internacionales.

En tanto que en el Gobierno confirmaron que también están en análisis un impuesto al turismo, que significaría el cobro de una tasa a la compra realizada por turistas argentinos en el exterior.

En dos años y medio, entre atesoramiento y turismo, se fueron 80.000 millones de dólares. De los cuales, el último tiempo el Banco Central vendió 20.000 millones.

Protagonistas

GUSTAVO GROBOCOPATEL - Productor agropecuario

El presidente del Grupo Los Grobo y referente sojero advirtió que en Argentina hay "debilidad económica", mientras evaluó que las retenciones "son un instrumento negativo". Consideró que hay "mala praxis en algunos temas".

DANIEL MARX - Economista

Según el director de Quantum Finanzas, las retenciones sobre las exportaciones "ayuda en el corto plazo para morigerar los aumentos en los precios locales como consecuencia de la devaluación y conseguir más recaudación".

GUILLERMO NIELSEN - Economista

"¿Si no son capaces de pasar la primera revisión (con el FMI), por qué serían capaces de cumplir algo más duro?", se preguntó. "Lo que Lagarde le contestó a Macri es que vamos a un acuerdo más duro", explicó.