La escritora Ángeles Salvador, autora de las novelas "La última fiesta" y "El papel preponderante del oxígeno", falleció a sus 50 años tras una complicación de salud a partir de un cuadro de coronavirus.

Uno de los primeros en despedirla fue el periodista Esteban Schmidt, quien escribió en Twitter: "Deja tres hijos, aún pequeños, brillantes y talentosos como ella, dos libros y el gran ejemplo de sacarle el jugo a la vida con lo que hay disponible. Tenía 50 años. Que brille para ella la luz que es eterna". 

Tras la difusión de la noticia, la Unión Argentina de Escritoras y Escritores también le dedicó unas palabras en sus redes sociales. "Despedimos con dolor por su partida temprana a Ángeles Salvador, autora de estilo particular y desfachatado, y abrazamos a sus seres queridos en estos duros momentos", publicó la entidad.

Martin Sivak, al frente del Diario ar, donde Salvador colaboraba, lamentó la muerte de "la escritora y autora de dos novelas extraordinarias", quien en el último año había empezado a escribir en el diario "sobre un tema que le interesaba e incomodaba", el dinero. "Nuestra gratitud por todo lo que dijo y cómo lo dijo", expresó Sivak.

Ángeles Salvador nació en Buenos Aires en 1972. Si bien su trayectoria comenzó como actriz, a poco de cumplir los 40 años se volcó a la literatura donde destacó por una prosa ágil, certera, lúcida y aguda, que la llevó a dar forma a dos novelas muy distintas: "El papel preponderante del oxígeno" y "La última fiesta". 

En la primera, abordó el universo vertiginoso de una joven que, al perder a sus padres, es criada por sus tíos, de quienes buscará alejarse apenas traspase la adolescencia para iniciar una vida marcada por la soledad.

En segunda, publicada el año pasado, la escritora se metió entre los entretelones de la rosca política, las dinámicas farandulescas y periodísticas de los veranos en Punta del Este y las miserias matrimoniales. "Me encantan los políticos. Suele ser gente brillante, decidida, ambiciosa, memoriosa, madrugadora y trasnochadora por igual, son buenos actores y son valientes hasta la inmolación. También son todo lo peor", había opinado sobre su última obra.